Hace casi cuatro años, Rubén Reyes paseaba vestido por la tribuna de prensa del Tartiere con el chándal del Rayo Vallecano manejando una cámara de vídeo. Era analista del equipo madrileño, que jugaba la primera jornada de Liga de la 2017-2018 ante el Oviedo. Anquela debutó esa tarde como entrenador azul y el partido acabó 2-3. Reyes se fue del Tartiere sin hacer mucho ruido.
Ayer volvió al estadio del Oviedo. Esta vez, 1.401 días después de aquella tarde de verano, se presentó vestido con americana negra, camisa azul y vaqueros. Esta vez regresó a la que fue su casa para quedarse. Y lo hará como jefe de la nave. El Oviedo anunció ayer a mediodía la llegada de Rubén Reyes (Gijón, 1979) como nuevo director deportivo azul cumpliendo así los plazos que se había marcado el club azul.
Tras un mes de idas y venidas, un casting a distancia, un play-off de por medio y el visto bueno definitivo de México, el equipo carbayón ya tiene al sustituto de Francesc Arnau, fallecido hace un mes. Reyes pisó ayer la hierba del que fue su estadio durante dos temporadas como jugador (2000-01 y 2001- 2002). “Vuelvo a casa, vuelvo al club de mi vida. Estoy contento, ilusionado y con muchas ganas de trabajar en este proyecto”, dijo el hombre del día en unas breves declaraciones.
El flamante directivo visitó las oficinas del club, tomó posesión del que será su despacho, paseó por el césped y por la grada, se hizo las fotografías de rigor y conoció a varios empleados de la entidad. Con ellos trabajará codo con codo al menos hasta 2023, porque Reyes firma con el Oviedo por dos temporadas, como informó LA NUEVA ESPAÑA. El asturiano dejó su puesto en la secretaría técnica del Rayo Vallecano de la mejor manera: tras el ascenso a Primera en Montilivi. Para firmar por el Oviedo tuvo que renunciar a la correspondiente prima por el citado ascenso. También está estipulado que no podrá hacer operaciones con jugadores vinculados al Rayo.
Mañana será presentado en el Tartiere. El reto es mayúsculo para Reyes y el tiempo aprieta. Solo once jugadores del Oviedo tienen contrato para la próxima campaña. El 7 de julio empieza la pretemporada. “Le tocan muchas noches sin dormir”, bromeaban ayer en el club. Lo más inmediato, pronostican en la entidad, es formar el equipo de trabajo que acompañe al asturiano.
El único profesional deportivo que estaba en la entidad antes de la llegada de Reyes es Roberto Suárez, que ya formó parte de la secretaría técnica con Arnau y ahora podría volver a tener influencia en el primer equipo. Tampoco se descarta la llegada de más profesionales. La idea es formar un grupo de primer nivel.
La ventaja para Reyes es que lleva ya varios días trabajando en la planificación y ha hablado con Ziganda sobre posibles incorporaciones. En el club pronosticaban que esta semana podría sellarse el fichaje de Tomás Sánchez, lateral izquierdo del Badajoz.
Es una petición de Ziganda que varios miembros del club habían explorado, dejando el fichaje muy cercano. Reyes deberá tomar ya una decisión sobre esa operación. También sobre el inquilino del banquillo del Vetusta, con Jaime Álvarez como candidato propuesto por el consejo si no sigue Emilio Cañedo. Y es que Reyes tiene mucho trabajo.
