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Los cedidos, solo un recurso para Rubén Reyes

El Oviedo ha contado con 28 jugadores a préstamo desde que ascendiera en 2015

Hervías, ante Koné y Susaeta.

Cuando a Francesc Arnau se le cuestionaba por el número de jugadores a préstamo que había empleado en sus operaciones, el catalán se justificaba con el mercado. Los cedidos, defendía, son operaciones que solo pueden ser completadas en esa fórmula. Un guion que no gusta a ningún director deportivo pero que forma parte de las reglas del juego. Entre sus ventajas, poder aspirar a futbolistas que de otro modo serían inalcanzables: ningún ejemplo como el de Lunin. En contra, que se trata de operaciones cortoplacistas, en busca del resultado inmediato y que no permiten crear valor en el club.

Hervías dispara ante Koné y Susaeta. | LOF

Rubén Reyes se enfrenta a otra reconstrucción con la intención de que el Oviedo tenga un proyecto a largo plazo. Quiere el asturiano crear patrimonio y la intención, al menos sobre el papel, es contratar futbolistas con proyección que den rendimiento varios años y que puedan ser colocados en el futuro en el mercado. De ahí que los cedidos pasen a un segundo plano.

No ha sido esta la tónica desde que el Oviedo recuperar su sitio en el fútbol profesional, en 2015. Desde Del Pozo a Arnau, pasando por Martín González o Michu, los directores deportivos azules se han apoyado en este tipo de operaciones para apuntalar la plantilla. 28 futbolistas han jugado como cedidos en el club azul en las últimas seis temporadas. De todos ellos, solo Bárcenas repitió de azul.

Javi Hernández, ante el Málaga. M. López Nacho AZPARREN

Carmelo del Pozo apostó por la continuidad de un bloque firme en el regreso a Segunda, en la campaña 2015/16. Sería la que más cerca estuvieron los azules de ascenso a la máxima categoría. También aquella planificación se apoyó en cedidos. Aguirre (a préstamo desde el Rayo), Hervías (Real Sociedad), José Fernández (Córdoba) y Koné (Racing) aterrizaron en el verano. Míchel (Guanzghou chino) lo hizo en enero. El equipo rozó el ascenso pero se desplomó tras la traumática salida de Egea. Aunque contaron con cierto protagonismo, ninguno de los cedidos marcó diferencias.

Hierro asumió el mando en la 2016/17, con Martín González configurando la plantilla. En verano, llegaron a préstamo Alaniz (Villa Española de Uruguay), Torró (Castilla), Nando (Valencia Mestalla) y Óscar Gil (Bilbao Athletic). El equipo rondaba la zona noble, así que el club hizo un esfuerzo en el mercado invernal, con cuatro novedades, tres de ellas, en operaciones de préstamos: De Pena (Middlesbrough), Borja Domínguez (Córdoba) y Costas (Celta).

Blanco Leschuk, ante el Fuenlabrada. | LOF

Este último fue de los que mejor sabor de boca dejó. Torró fue otra de las operaciones satisfactorias, convirtiéndose en imprescindible para Hierro. Revalorizados en Oviedo, ninguno de los dos ha contado con opciones reales de regresar desde entonces.

El de la 2017/18 fue un mercado diferente. Exótico, en algún caso. Los precios en España se habían disparado y Martín González se lanzó al mercado foráneo. También hubo operaciones a préstamo. Tres en verano: Yeboah (desde el Leeds United), Owusu (Leganés) y Fabbrini (Birmingham). Otra en invierno: Olmes (América colombiano). Esta última fue el movimiento más extraño desde el regreso del Oviedo. Olmes se lesionó a las pocas semanas de llegar y ni debutó con la zamarra azul.

La apuesta fue menor en la 18/19: Javi Hernández (Castilla, en principio para el filial), Javi Muñoz (Alavés) y Bárcenas (Tijuana, de México). Fue uno de los años con mayor índice de aciertos. Tanto que en el caso del panameño se repitió fórmula en la 19/20. Junto al panameño, llegaron aquel curso Ortuño (Albacete), Lunin (Madrid), Luismi (Valladolid). Otra vez, jugada maestra: todos ellos sin excepción fueron importantes en la permanencia azul.

El pasado año Arnau volvió a refugiarse en esta fórmula para combatir la situación económica. Y con ella llegaron Edgar (Betis), Cedric (Atlético de Madrid B), Mujica (Leeds United), Brazão (Inter), Blanco Leschuk (Antalayspor turco) y Nahuel (Tenerife). La mitad de ellos contaron con protagonismo, pero escasas opciones de repetir experiencia.

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