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Reyes aprovecha el trabajo: el Oviedo tiene en cuenta el boceto de Arnau

Rubén Reyes, en el Tartiere Real Oviedo

“Hay trabajo avanzado, depende del club aprovecharlo”. Son palabras del exsecretario técnico del Oviedo David Comamala en su despedida del club azul, justo antes de la llegada de Rubén Reyes. El desarrollo del mercado está demostrando que el director deportivo azul aplica su criterio, frena operaciones encarriladas si así lo considera, pero no rechaza las negociaciones avanzadas si el objetivo es apetecible. “Si el jugador es bueno, nos vale”, dicen en el club.

Ha pasado con David Costas, con Pierre Cornud y con Matheus, hasta ahora los únicos fichajes del Oviedo.

Los tres formaban parte de la lista de objetivos de Francesc Arnau, fallecido el pasado mes de mayo. Reyes ha tenido en cuenta el boceto del catalán y no solo en los fichajes realizados hasta ahora. Arnau también exploró otras incorporaciones para el Oviedo que también han sido tenidas en cuenta por el directivo asturiano.

Dos de ellas fueron las de los jugadores del Real Madrid Castilla Arribas y Gila, centrocampista y defensa central. Reyes y su equipo de trabajo veían bien ambas incorporaciones, que no obstante se antojan muy difíciles porque en principio ninguno de los dos saldrá del club blanco. Sea como fuese, los movimientos demuestran que el Oviedo 21/22 no parte de cero. El trabajo previo se valora por el asturiano.

Cada operación ha tenido sus aristas. A Rubén Reyes le tocó rematar la de Costas. Arnau dejó prácticamente todo cerrado con el futbolista, aunque al asturiano le dio tiempo a dejar su sello. Costas firmó por tres años. Lo pactado con Arnau eran dos. El resto no ha variado, pero el año adicional demuestra que el Oviedo no duda en su apuesta por el central gallego para liderar la defensa.

Con Cornud el asunto fue diferente. Arnau intentó repescarlo el pasado mes de enero, aunque la operación no prosperó. Tras acabar la temporada pasada el que se puso a tiro fue Tomás, del Badajoz.

El Cuco vio bien la llegada de Tomás y todo estaba hablado con el jugador, que incluso ya tenía piso en Oviedo. Reyes no vio claro su fichaje, lo paralizó y para sustituirle encontró a Cornud, que no se había movido de la lista de objetivos y estaba en la recámara de Arnau por si fallaba Tomás. Reyes, a diferencia de lo sucedido con Costas, tuvo que negociar con Cornud desde el principio.

Llegar a un acuerdo fue sencillo. No lo fue tanto con Matheus, al que Arnau sondeó con poco éxito en el pasado mercado de invierno.

Reyes lo vio claro desde el principio: el brasileño era su delantero. Solo se trataba de esperar el momento adecuado y adelantarse a posibles competidores. El asturiano lo logró. Si lo vio claro con Matheus, todo lo contrario sucedió con Ortuño, otra incorporación explorada por Arnau que tenía el aval del Cuco. Reyes prefirió en cambio buscar otros posibles objetivos y Ortuño ya se ha olvidado del Oviedo.

Mientras, Reyes sigue adelante con las operaciones de Doukouré y Luismi. Con ambos se mantienen contactos. Luismi también formaba parte de la lista de fichajes Arnau, mientras que Doukouré es cosecha propia de Reyes, el director deportivo que aplica su estilo sin desdeñar el trabajo que ya estaba hecho.

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