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Qué fue de aquellos fichajes

A Peña no le hizo gracia

El lateral izquierdo fue titular con el Oviedo hasta la llegada de Hierro: “Me dolió, pero los entrenadores toman decisiones”

Peña, en su presentación con el Oviedo en 2015. | LNE

Carlos Peña (Salamanca, 1983) fue un fijo en el lateral izquierdo azul en la primera temporada del Real Oviedo en su vuelta al fútbol profesional (2015-2016). Tras un gran año, con el Oviedo cerca del play-off, el defensa salmantino perdió protagonismo con la llegada de Fernando Hierro al banquillo y puso rumbo al Getafe. No le fue mal. Allí coincidió con José Bordalás, hoy flamante técnico del Valencia, y ascendió a Primera División. “Tengo muy buena opinión sobre él. Es un técnico muy metódico, que exige mucho, pero que hace una gran labor”, dice sobre el entrenador vasco.

Tras casi 20 años sobre los terrenos de juego, Peña ha dado un paso al lado este verano para entrenar al juvenil de División de Honor del Albacete, equipo donde militó como futbolista. “Siempre me ha apasionado el fútbol, por eso tuve claro quería alejarme de este mundo. Me gusta entrenar a chicos jóvenes e intentar ayudarles de cara el futuro desde mi experiencia”, afirma.

Antes de colgar las botas, a Peña le dio tiempo a probar un destino exótico: la India. “Descendí con el Lorca y me llamó el entrenador del FC Goa, Juan Ferrando, que es español. Fue una oportunidad muy bonita. Cuando se lo comenté a mi mujer ella estaba encantada, tenía mucha ilusión”, asegura el exjugador oviedista. Aunque en la India el fútbol no es el deporte principal, Peña explica que los estadios siempre tenían “entre 50 y 60 mil espectadores”.

El salmantino no vio tanta gente en el Tartiere, aunque tiene buenos recuerdos de su etapa en Asturias. “Mi época en el Oviedo fue maravillosa. Me fui muy apenado del equipo. Me encanta la ciudad y Asturias. Fue un año y medio muy bonito, estuvimos peleando por entrar en play-off. Tengo un gran recuerdo”, comenta el lateral izquierdo. “El empuje del Carlos Tartiere es como pocos. Esa afición apoya muchísimo. Solo con pasear por la calle notas el calor de la gente. Además, el año en el que estuve se notaba especialmente la ilusión de la gente”, confiesa Peña, que lo tiene claro: “La gente de Oviedo es muy del Oviedo”.

A pesar de su primer gran año, la llegada de Fernando Hierro lo relegó al banquillo. “No me hizo mucha gracia. En el momento te duele, piensas que puede haber más cosas por detrás, pero con el tiempo entiendes que los entrenadores tienen que tomar decisiones y apostar por ciertos jugadores”. Peña agradece al club que le facilitase la salida. “Me llego la oferta del Getafe y tomé una decisión que creo que fue acertada. No jugaba y la oportunidad era importante. El Oviedo se portó muy bien conmigo y al final acabe ascendiendo como azulón”, relata.

“Estoy pendiente de la actualidad del equipo, los sigo mucho”, asegura Peña, que pide a los aficionados azules que “sigan ilusionando con el equipo y que valoren estar en Segunda, algo de lo que muchos equipos ilustres no pueden presumir y que sigan peleando por el ascenso”. Ahora está muy contento en las categorías inferiores del Albacete, donde comenta que tiene un “reto muy bonito para que club vaya creciendo”.

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