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Rubén Reyes cumple un mes en el Real Oviedo: las cuatro claves de sus cuatro primeras semanas

El director deportivo del Oviedo marca un perfil bajo, tiene contacto diario con la plantilla y está al margen de la cantera

Rubén Reyes, con Cornud en El Requexón Luisma Murias

Cuando Rubén Reyes firmó su contrato como nuevo director deportivo del Oviedo tras varias idas y venidas, un casting a distancia y muchas videollamadas nocturnas con México, la duda general era el estilo de liderazgo. Varios miembros del club se preguntaban cómo afrontaría el cargo el asturiano. Francesc Arnau, designado directamente por Arturo Elías, destacó por marcar sus propios ritmos. Fue el líder absoluto en su parcela. Con Reyes, cuyo aval viene del consejo del Oviedo y de Federico González, está pasando algo diferente. El asturiano cumple esta semana un mes en el sillón. Varias personas que han pasado tiempo con el director deportivo azul sintetizan su estilo de trabajo en cuatro claves, tantas como semanas lleva Reyes en el cargo.

Alejado del primer plano

El foco, para los futbolistas. Reyes está aplicando la máxima de llamar la atención lo menos posible. Su perfil es incluso más bajo que el Ángel Martín González, que también apostó por esa política. Nada que ver con Arnau, Carmelo del Pozo o Michu. Reyes ni siquiera estuvo presente en la presentación de Costas y Cornud, los únicos fichajes hasta la fecha junto con Matheus, pendiente de llegar a Asturias, y Jirka, ya en Oviedo. Mientras los jugadores se fotografiaban y explicaban su llegada al club, Reyes trabajaba en su despacho del Tartiere rodeado de su equipo.

Mucho contacto con la plantilla

El directivo asturiano está cerca, muy cerca del día a día de la plantilla del Oviedo. Los que le rodean aseguran que debido a su formación como analista en el Rayo Vallecano, donde era uno más del cuerpo técnico, Rubén Reyes cree que es necesario hablar diariamente con los futbolistas para crear el mejor clima en el equipo. Es algo que sí tiene en común con Michu. Arnau, su antecesor, prefería en cambio tomar más distancia con el vestuario. Reyes está especialmente encima de los recién llegados, pendiente de su aclimatación a la ciudad. Un jugador de la primera plantilla define a Reyes como “cercano, agradable y amante de la táctica”.

Apoyo constante en su equipo de trabajo y separación de poderes

Si Francesc Arnau tenía a David Comamala, secretario técnico de los azules hasta hace unas semanas, Reyes ha ampliado el abanico. Su hombre fuerte en el Oviedo es Roberto Suárez, una especie de filtro en las operaciones, de vuelta ahora en la secretaría técnica tras su experiencia en la cantera. Un cargo que le va mejor que el de jefe de las categorías inferiores, según varias personas del club. Los dos exjugadores no se conocían, pero encajaron desde el principio. Hay feeling. También lo hay con Mario Prieto y Álex Díaz, miembros de la secretaría técnica y con más responsabilidad con Reyes de jefe. Y todo ello, con separación de poderes respecto a la cantera. Arnau absorbió (en parte) la gestión de las categorías inferiores, en manos ahora de Rivas, que llegó al club impulsado por César Martín. Reyes está al margen de las decisiones de El Requexón, aunque trabaja codo con codo con Rivas, que toma todas las decisiones de calado apoyado por Pedro Luis González.

Carácter en operaciones delicadas

Fue uno de los momentos en los que Reyes se tuvo que poner duro. Federico González y David Mata dejaron encarrilado el fichaje del lateral zurdo Tomás Sánchez, del Badajoz, que tenía el visto bueno del Cuco. Reyes no aprobó la operación cuando llegó. Le tocó algo poco agradable: parar una decisión de club. Lo hizo. También tuvo que comunicárselo al futbolista. Finalmente acabó llegando Pierre Cornud. Otro momento delicado fue el adiós de Sergio Tejera, titular indiscutible al que el club azul intentó convencer casi hasta el final. Reyes hizo un esfuerzo, pero consideró que el club no podía llegar a las cifras del Cartagena en la situación actual. “No nos podemos hipotecar”, le escucharon decir en las oficinas del club, acostumbrándose todavía al jefe que cumple un mes: Rubén Reyes.

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