Samu Obeng no pudo sumar otro tanto a su cuenta particular pero firmó un gran partido. Su contribución en el primer gol fue decisiva, al tirarse al suelo para sacar un centro que dio en la mano de Alcalá. “Soy un jugador que nunca da un balón por perdido”, señaló sobre la acción que posibilitó abrir el choque.
El ghanés sigue de dulce. “Para mí, tener la confianza de Ziganda lo es todo. El inicio está siendo muy bueno y estoy contento por el trabajo y la confianza del entrenador”, indicó el delantero, ovacionado cuando abandonó el terreno de juego: “Los aplausos de la afición suponen un chute de confianza. Se te pone la piel de gallina cuando escuchas así al estadio, ovacionándote, y te motiva para seguir en la misma línea de trabajo”.
Por último, Obeng aseguró que “la victoria es muy importante pero ahora ya toca pensar en el siguiente partido para continuar con la racha”.