El Oviedo, que malogró ocasiones claras en la primera mitad y al que le faltó empuje en la segunda, solo puede avanzar con paso corto tras el empate sin goles ante el Girona. Obeng y Calvo gozaron de las mejores opciones para desnivelar el choque pero a los azules no les acompañó esta vez el acierto en el área rival.

Optó Ziganda por el mismo estilo que le ha dado resultado en las últimas semanas. El 4-4-2 ya viene de serie. También en cuanto a los nombres, aunque esta vez con un matiz: entró Brugman en el equipo por Luismi, que había atravesado problemas durante la semana. 

Esta vez, a los azules les tocó esperar porque el Girona salió mandando. Con la pelota los catalanes, con las ocasiones lo de Ziganda. Ya a los 7 minutos se pudo comprobar. Obeng recibió un centro medido de Cornud tras una carrera del francés, pero al delantero le falló la precisión y marró una ocasión clara.

Repitió el ghanés a los 14, con otra clara. Esta vez el asistente fue Borja García, de forma involuntaria. Obeng quiso regatear a Juan Carlos en el mano a mano pero el portero se hizo grande para taparle el acceso al gol. A las dos opciones tan importantes de los azules se sumó otra acción a los 20 minutos, otra vez desde la izquierda. Borja centró y Calvo, incorporado al ataque, no acertó y pateó al aire. 

Un cabezazo de Viti y un derechazo desde lejos de Bastón cerraron una primera parte con la sensación de oportunidad perdida para el Oviedo. Más aún cuando en la segunda, el ritmo decayó y a los azules les costó mucho más llegar.

Valery se convirtió en un incordio tras el descanso y, tras amagar con un centro cerrado, a los 62 sirvió a Stuani, que había entrado poco antes, un balón de oro que el uruguayo no supo aprovechar. Pombo y Jirka salieron para intentar darle otro aire al Oviedo, que agradeció el aire pero apenas inquietó la meta rival. La roja a Obeng, en una acción revisada por el VAR, cortó cualquier último intento de los carbayones. La última fue de Samu, pero respondió Femenías con una gran mano.