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Lo que el ojo no ve: Rienda suelta a la palabra tabú, el derbi

A Ziganda le cayó la pregunta inevitable en la sala de prensa y el Cuco debió sonreír para sus adentros. Por fin, ahora sí, podía referirse al derbi. La orden durante la semana que emanó de El Requexón es que solo el Zaragoza ocupaba los pensamientos azules. Nada que tenga que ver con los rojiblancos. Pero La Romareda pasó, empate sin chicha, y la palabra derbi regresó a los labios de Ziganda y a las reflexiones, entre bambalinas de directivos y jugadores. El duelo asturiano se empieza a jugar ya.

El empate en La Romareda confrontó dos estilos antagónicos. Hasta en la forma de calentar. Al descanso se vio una curiosa coreografía. La expedición carbayona tomó camino de los vestuarios, suplentes incluidos. Mientras tanto, los 12 del banquillo maño se empleaban sobre el césped. A los 10 minutos, cambio: los locales se retiran del césped y salen los de Ziganda a coger temperatura.

En la banda, Ziganda se desgañita con su habitual pasión cuando rueda el cuero. Si hay alguien que representa el espíritu de pensar solo en el rival que se tiene en frente. Es curioso ver a Ziganda como un ciclón en la banda con las pulsaciones por las nubes y, apenas cinco minutos después, verle ofrecer un análisis sosegado del choque en la sala de prensa. “A veces somos un poco forofos al analizar los partidos”, dijo el Cuco ante los periodistas como introducción. Un par de preguntas después, el derbi ya estaba en su boca.

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