Al mal tiempo, buenísima cara. Es la posición que parece adoptar la plantilla del Oviedo. Ayer, horas después de la derrota más dura en lo que va de temporada, ante el Burgos de Saúl Berjón (1-3), El Requexón abrió sus puertas en una mañana fría y lluviosa. El día comenzó con un gabinete de crisis. El Cuco Ziganda reunió a sus jugadores durante más de 40 minutos para analizar lo sucedido en el partido y empezar a preparar la visita a El Toralín.
Pasadas las 11.00 horas, los suplentes ante el Burgos saltaron al campo número 4 de la ciudad deportiva junto con Federico González, asesor de Carso, que se retiró a los pocos minutos. César Martín, responsable de relaciones institucionales, estuvo en la ciudad deportiva. Ziganda, en el foco, estuvo en todo momento cerca de su asistente, Bingen Arostegi. El ambiente que se vivió en el entrenamiento fue de relajación total, con muchas bromas y vaciles entre los jugadores. Nada que ver con las caras largas y gestos serios tras el empate ante el Sporting. Christian Fernández fue el primero en pisar el césped, junto con Joselu, del Vetusta.
“El otro día fue Mier, pero hoy te toca a ti”, le dijo entre risas el cántabro, probablemente haciendo referencia a un golpe que se llevó Javi Mier el pasado miércoles. La atmósfera fue de normalidad también en los ejercicios con balón, con Arribas y Pombo bromeando sobre la indumentaria del mediapunta. Javi Mier fue precisamente la única baja de la sesión por el citado golpe y está pendiente de evolución, aunque está prácticamente descartado para el partido de mañana ante la Ponferradina.
El equipo azul regresa esta mañana al trabajo y Ziganda decidirá su once para el partido ante la Ponferradina. Se baraja que hombres como Sangalli u Obeng regresen a la alineación. La plantilla confía en una victoria que ahuyente los fantasmas en el que será el primer gran desplazamiento del oviedismo en esta temporada.
El club anunció ayer que las 683 localidades disponibles estaban agotadas. La Asociación de Peñas Azules (APARO) prepara además viaje a Ponferrada, con salida a las 10.00 horas desde el Carlos Tartiere y vuelta al finalizar el partido. Un encuentro clave para el equipo y para el futuro el entrenador tendrá calor oviedista, como antaño.
