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El Oviedo sobrevive, el Pichichi Bastón le da la vida: el análisis del triunfo azul

La versión más sufrida de los de Ziganda está contando con la estrella del nueve

Bastón observa cómo el balón entra en el remate del 2-1. | Miki López

El guion tiene algunas similitudes respecto a lo visto en Ponferrada. Aunque en esta ocasión, el Oviedo estuvo más atinado, mejor parado sobre el césped, con el mando del choque durante gran parte del mismo. Pero el mayor problema de este equipo sigue siendo la continuidad. Que le cuesta mantener el hilo los 90 minutos. Pero, con sus malos momentos, el equipo de Ziganda tiene un mérito incuestionable: nunca se va de los partidos. Siempre logra sobrevivir.

Viti, en una acción del choque de ayer. | Miki López

Aunque esa virtud es suficiente para competir, no lo es para meterse entre los primeros. Ser protagonista de Segunda exige más. Contar con un delantero eficaz es buen argumento, por ejemplo. Fue Borja Bastón el que rescató al Oviedo en los momentos más confusos de Ponferrada y fue el mismo protagonista el que se puso las mallas y la capa para salvar al equipo en el último. Justo a tiempo. Con 7 tantos, el ariete se convierte en el máximo anotador de la categoría, en igualdad con otros pesos pesados como Stoichkov (Eibar), Sadiq (Almería) y Rubén Castro.

Soluciones a los problemas: un buen Viti ante la ausencia de Borja Sánchez

Unas molestias físicas impidieron a Borja Sánchez exhibirse en su porción del campo, aquella que empieza en la izquierda y que, con la pelota en los pies, suele ampliarse a una posición más centrada. Sin el jugador que abraza la improvisación, el Oviedo parecía caer en la trampa de hacerse más previsible. Pero Ziganda encontró una solución. Viti ejerció de extremo izquierdo y el equipo se agarró a su chispa y descaro para encontrar una autopista en su flanco.

El de Laviana parece un futbolista de un único registro: recibe y reta a su par a la carrera, marca de la casa. Lo que pasa es que cuando está de dulce la fórmula, aunque parezca predecible para los defensas rivales, es muy difícil de detener. A Viti se agarró el Oviedo en la primera parte para acelerar cada transición que llevaba al área malagueña. Sigue madurando en su mejor año.

8.369 espectadores, un saldo pobre en el Carlos Tartiere

Entre las últimas temporadas, esta es la que parece que el Oviedo tiene una plantilla más atractiva. Coincide además con el fin de las restricciones, lo que auguraba una presencia notable de seguidores en el Tartiere. Pero el asunto no termina de arrancar. Ayer se dieron cita en el estadio 8.369 espectadores, cifra baja si se compara con otros años. La defectuosa campaña de socios sirvió de advertencia de un problema que afecta a la imagen del club.

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