El Oviedo ha sacado del cajón un viejo proyecto: la construcción de una nueva ciudad deportiva para potenciar la cantera. El club azul, en una operación que se lleva con el máximo sigilo, estudia ubicaciones para poder construir el nuevo recinto. La entidad lleva semanas reuniéndose con estamentos y valorando diferentes emplazamientos. Hay varios, pero uno de ellos gusta especialmente al consejo del Oviedo. Se trata de un terreno de unos 150.000 metros cuadrados situados en La Lloral, a cinco kilómetros de la ciudad y pertenecientes a la parroquia de San Claudio, dentro de los límites del municipio.
El solar, en desuso, se sitúa a medio camino entre dicha localidad y la capital asturiana. Tiene buenas comunicaciones y buenos accesos por carretera, el eterno problema de El Requexón, de unos 80.000 metros cuadrados y donde actualmente trabaja el primer equipo y el filial. El resto de equipos de la cantera se ubica en Tensi.
La Lloral está a tiro de piedra del Carlos Tartiere: seis minutos en coche. Los terrenos son propiedad de la inmobiliaria Solvia y el fondo de inversión Cerberus Capital Management. Una de las parcelas (de 57.000 metros cuadrados) es propiedad del Ayuntamiento, que conoce la operación y la ve con buenos ojos.
El interés del club azul viene de lejos y se fraguó en una reunión que miembros de la entidad mantuvieron con representantes del Ayuntamiento. En ese encuentro, los directivos del club azul conocieron los detalles de la propiedad de la parcela. Días después, en octubre, el consejo azul se desplazó a Madrid para verse con representantes de Solvia y Cerberus.
En esa reunión, celebrada en las oficinas del fondo en la calle Serrano de la capital, conocieron de primera mano la postura de los propietarios. Fuentes del Oviedo admiten el interés en la parcela y las conversaciones por la compra están en marcha, aunque insisten en que evalúan distintas opciones y emplazamientos cercanos a la ciudad para su eventual ciudad deportiva. Los terrenos, de la cartera de activos del Sareb (conocido como el banco malo) son uno de los problemas enquistados del urbanismo ovetense.
Se concibieron como un espacio de crecimiento de la capital asturiana. Allí, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, se planteó la construcción de una urbanización de edificios de baja altura de la que solo se llegó a terminar un inmueble. Y, además de una carretera nunca finalizada, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) concebía una amplia zona dedicada al sector comercial. Con la crisis, los terrenos terminaron en manos de los fondos y el desarrollo quedó a medias. Si el interés del consejo del Oviedo llegase a cristalizar, el Consistorio debería llevar a cabo una modificación del plan, una posibilidad a la que está dispuesto.
El contexto de este proyecto del Oviedo, que hace unos años negoció con el Ayuntamiento la posibilidad de construir una ciudad deportiva en El Asturcón, opción que finalmente fue rechazada, se enmarca en el reparto del dinero de La Liga a los clubes a través del fondo CVC. Al Oviedo le corresponden 11,2 millones de euros. De esa cantidad, el Oviedo debe destinar el 70% a nuevas inversiones, como infraestructuras, digitalización o proyectos internacionales. En el caso del Oviedo, serían 7,8 millones. Los clubes deben presentar diferentes proyectos a La Liga y la patronal los tiene que aprobar. El Oviedo todavía no ha recibido el dinero, pero está en la fase de madurar distintos proyectos.
Hace solo una semana tuvo lugar una reunión entre los directivos del Oviedo para hablar y debatir diferentes posibilidades. En qué gastar el dinero de la patronal es la gran decisión de calado y de momento en el seno del club se respira cierta división interna. Por un lado, está el sentir de Federico González, asesor de Carso en el Oviedo, enviado a la ciudad por Arturo Elías, el máximo accionista del club. González, que tiene diferencias con el consejo, sería partidario de apostar por otras opciones antes que por la ciudad deportiva en La Lloral.
Otra de las alternativas, la más barata, pasaría por invertir en un acondicionamiento profundo de El Requexón e incluso por una ampliación de los terrenos, que son propiedad del Oviedo.
El directivo mexicano, cuyo principal apoyo en el club es el gerente David Mata, no estuvo en Madrid en la reunión con los representantes del fondo de inversión propietario de la parcela en La Lloral. Sí estuvo el consejo azul, formado por Jorge Menéndez Vallina, Manuel Paredes y Fernando Corral, que llevan la iniciativa en estas conversaciones. La última palabra, como siempre sucede en los asuntos de calado del Oviedo, la tendrá en México Arturo Elías, el máximo responsable del club.
