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Oviedismo contra la ELA: la historia de Rodri

“Me prestó lo que más ver el partido”, dice el hincha azul Rodrigo García, que padece esclerosis y estuvo en Anduva con su amigo Iván García

Iván García y Rodrigo García, el sábado en Anduva. | I. G.

En el año 2019, Rodrigo García, “Rodri” (Oviedo, 1997), estaba en Calatayud preparándose para ser sargento de las fuerzas aeromóviles del Ejército de Tierra. Podía elegir entre ser piloto o mecánico. Entre medias tuvo un esguince de tobillo que no acababa de sanar. Iba al fisio, pero nada. Llegó la pandemia y el encierro. Rodri pasó el confinamiento en su pueblo de León, Santa Olaja de Eslonza, y casi no podía ni caminar.

Fue entonces cuando unas pruebas realizadas en mayo de 2020 confirmaron lo inimaginable: padecía ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Un año y medio después, Rodri no tiene movilidad y vive conectado a un respirador. “La palabra es frustración. Siento mucha frustración porque me tienen que ayudar para todo. Hay cosas tan obvias, como puede ser rascarse, que son desesperantes. Tener ELA es como vivir en una cárcel continua”, dice Rodri a LA NUEVA ESPAÑA desde Vitoria, donde reside en la actualidad junto a su familia, que dejó Oviedo hace unos años por la ciudad vasca por motivos de trabajo.

El altavoz está conectado y junto a Rodri está Iván García (Oviedo, 1997), su inseparable amigo desde preescolar, en La Ería de Lugones. El sábado fueron juntos a ver el partido del Oviedo en Anduva (0-0). Tardaron unos 25 minutos en furgoneta de movilidad reducida. Rodri, menos forofo que su amigo, llevaba seis años sin ver al equipo azul en directo. Juntos animaron al Oviedo como antaño. El club azul destacó ayer su historia en sus canales oficiales. “Me prestó lo que más ver el partido, aunque casi me dejo los pies por el frío. No jugamos nada bien, eso sí”, dice Rodri. Su amigo lo confirma. Ambos fardan de su buena amistad, con la que no puede la ELA. Iván García acude muchos fines de semana para estar con su amigo. “Es duro ver cómo va empeorando y no se puede hacer nada. Pero es lo que hay. Nos queda mantener el humor”, explica. También les quedan varios proyectos.

Uno que tienen en marcha con más amigos se trata la creación de una aplicación que permita a los conductores con movilidad reducida encontrar las plazas con más facilidad. “Estoy en contacto con muchos Ayuntamientos y me viene bien, porque me distraigo”, dice Rodri, que da las gracias al Oviedo y al Mirandés por las facilidades para asistir al partido: “Se volcaron”.

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