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Una maldición desde la frontal: el Oviedo lleva 72 partidos sin marcar un gol de falta directa

Bárcenas hizo el último tanto de esta forma, ante el Deportivo, hace 17 meses | Solo ha lanzado dos en la presente Liga, ambas de Brugman

Bárcenas dispara, en presencia de Tejera, en el gol de falta que anotó ante el Deportivo en junio de 2020. | Irma Collín

Para empezar, un dato que llama la atención: el Oviedo es el equipo de Segunda División que menos faltas directas ha lanzado en lo que va de Liga. Solo dos (Las Palmas, el más insistente, lleva 18), ambas en las botas de Gastón Brugman: una en Ibiza y otra contra el Cartagena en el Tartiere. Sin éxito en ambos intentos. Puede interpretarse de dos maneras: o el equipo disfruta de pocas acciones de este tipo o Ziganda prefiere emplear las infracciones cerca de la frontal de otra manera; en balones centrados, por ejemplo. La conclusión, independientemente de la lectura que se prefiera, es que el Oviedo lleva mucho tiempo sin anotar un gol de falta directa. Yoel Bárcenas fue el último en hacerlo hace ya más de 17 meses.

Brugman golpea un balón parado. Real Oviedo

Entre la Liga y la Copa, los azules han disputado 72 encuentros oficiales desde aquel fabuloso golpeo, sin que ninguno de los lanzadores haya acertado con la red. El dato se comprende mejor si se tiene en cuenta que tampoco han sido muchos los intentos: Ya la temporada pasada, el Oviedo fue el segundo conjunto de la categoría que lanzó menos faltas directas, 6. Solo el Castellón, 5, probó menos.

El último acierto tuvo lugar el 17 de junio de 2020, jornada 33.ª, el segundo partido pospandemia que se disputó en el Carlos Tartiere, entre el Oviedo y el Deportivo de la Coruña. El panameño Bárcenas, especialista en acciones de este calibre, batió a Dani Giménez a los 46 minutos de juego. Fue una falta que parecía más adecuada para un zurdo, Tejera estaba en la acción previa, pero con la que el extremo logró eludir la barrera y sorprender al meta de los gallegos.

En lo que restaba de aquella campaña, 19/20, el Oviedo volvió a intentarlo a balón parado de tiro directo otras tres veces: dos disparos de Borja Sánchez y otro de Grippo. En la 20/21, cinco fueron los lanzadores que probaron fortuna, sin éxito: Grippo, Cedric, Borja Valle (en dos ocasiones), Nahuel Leiva y Tejera. Esos 6 intentos en todo el curso contrastan con los que ejecutaron los equipos punteros en este arte: el Fuenlabrada tiró 39 faltas directas; el Rayo, 34; y el Espanyol, 32. Y en la actual, a los dos disparos de Brugman en la Liga se une el de Pombo el pasado miércoles, con una parada de mérito de Vincenç cuando el balón se colaba. En total, 12 chuts sin el premio gordo.

La dinámica contrasta con los precedentes más inmediatos. Desde el regreso al fútbol profesional del Oviedo en 2015, en la plantilla azul siempre ha existido algún especialista en golpeos desde la frontal. En la campaña 2015/16, Néstor Susaeta anotó dos goles de falta directa (contra Nàstic y Albacete) y el equipo lo intentó en 22 ocasiones. Varela fue el único en celebrar un gol de esta manera en la 2016/17, lo hizo ante el Zaragoza. Aquella temporada, el Oviedo tiró 26 faltas directas.

Los cursos más prolíficos fueron los dos siguientes, con tres tantos en cada uno. En la 2017/18 acertaron Rocha en dos ocasiones (Reus y Sevilla Atlético) y Aarón Ñíguez (Zaragoza), tras 22 intentos. Y en la 2018/19, los ejecutores fueron Saúl Berjón (Osasuna), Bárcenas (Reus) y Joselu (Córdoba), en 23 disparos desde la frontal. En la 19/20 solo se dio el acierto de Bárcenas, en una campaña con 14 chuts en faltas directas.

Ahora, el Oviedo del Cuco, que se apoya de una manera importante en la estrategia, se enfrenta al reto de romper la sequía desde la frontal. Brugman parece el indicado para intentarlo, aunque el equipo cuenta con otros lanzadores como Cornud, Borja o Pombo.

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