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El análisis de la victoria ante el Alcorcón: Lo pedía Ziganda y le responde el equipo; el Oviedo se lo cree

Insistente desde el principio, decidio tras el descanso: el conjunto azul da un paso adelante y ya se parece a un aspirante

Viti abraza a Bastón tras lograr este su segundo gol. | Irma Collín

Percibida una ligera mejora en el juego del equipo (la seriedad defensiva siempre ha estado cerca del sobresaliente), Ziganda le pedía a los suyos un paso adelante que iba más allá de los futbolístico. Apuntaba a lo mental. “Este equipo tiene que creérselo”, decía hace un par de semanas el Cuco. Y el equipo ha respondido en cuanto el calendario le ha dado un respiro. El Oviedo sale reforzado de un tramo de la competición cuesta abajo (Amorebieta y Alorcón en casa y Mirandés fuera) con 7 puntos sobre 9 y la sensación de que, ahora sí, el equipo se ha hecho mayor. Ya se le puede tratar de usted.

Borja dispara a puerta | Irma Collín

Que sea un candidato real o no depende de posteriores exámenes, el primero el próximo domingo. Pero de momento, para lo que sirve el triunfo de ayer es para constatar que el equipo ha dado un paso adelante en cuanto a ambición.

Dominó el Oviedo desde el principio a un dócil Alcorcón y, aunque no fue precisamente un asedio la primera mitad, el equipo supo medir sus tiempos. Supo imprimirle el ritmo que le interesaba. Y cuando encontró huecos, se lanzó a por el rival. De la chistera de Borja llegó el primero. De la exactitud de Brugman el segundo. Y Bastón, a lo suyo, a relamerse en el área. Ya está suficientemente explicado que el Oviedo tiene uno de los mejores delanteros de la categoría.

Brugman ya es el líder del centro del campo

Llegó tan al final del mercado estival que hubo que someter su inscripción al VAR. La formalización de su llegada se había hecho en forma y Brugman se convirtió en el centrocampista que Ziganda llevaba semanas reclamando. Pero su integración no fue exprés. Después de una vida en Italia, el uruguayo necesitaba aclimatarse a otra competición y a una posición, la del doble pivote, con matices diferentes a la que siempre había desarrollado. Todo dentro de los plazos lógicos. Tres meses después ya se puede decir que Gastón Brugman es el jefe en el centro del campo del Oviedo. Es el primero en iniciar la jugada, en pedir la pelota y en inventar líneas de pase. En un equipo con tendencia a encontrarse con un muro, Brugman enseña cómo rodear el obstáculo en vez de tratar de destruirlo a cabezazos. Ayer coronó su mejor partido con un gol y una asistencia. El mejor ayer.

Brugman celebra su gol | I. C.

La profecía del entrenador del Alcorcón: el primero, a la contra

Fran Fernández, tercer entrenador que tiene el Alcorcón esta temporada, había lanzado halagos al fútbol del Oviedo en la previa del encuentro. En concreto, el técnico destacaba dos cosas de los de Ziganda: su eficiente trabajo defensivo y su acierto en los contrataques. Sin dudas sobre lo primero, sí ofrece más debate lo segundo, ya que al contrario que la temporada pasada no se han caracterizado los azules por hacer mucho daño a la contra, desperdiciadas muchas veces acciones de estas características para matar algunos partidos. Pero ayer sí se vio un buen ejemplo a los 47 minutos. Viti robó en el centro del campo y se la entregó a Borja a la carrera. Sabia decisión. Este centró medido para que Brugman cabeceará a la red y le diera la razón a Fran Fernández.

El césped resiste la tromba de lluvia: un 10 a los jardineros

Muchos seguidores miraban al cielo con recelo en a previa. ¿Aguantaría el siempre problemático césped del Tartiere tras las interminables tormentas de las dos últimas semanas? Y el campo respondió. Ya lo han explicado en otras ocasiones los entendidos en la materia: el mayor problema lo dan las heladas. Más que el agua que pueda caer. A pesar de eso, un diez para los encargados de mantenimiento del Tartiere. El reto no era sencillo. El césped, aunque pesado con el paso de los minutos, no puso en dificultades al que quiso jugar.

En Valladolid, sin la pareja que más seguridad le da a los del Cuco

El Oviedo quiere refrendar su buena imagen y ese puñetazo en la mesa tantas veces demandado en Zorrilla. Un partido “chulo”, como lo definió Ziganda en la sala de prensa. Aunque uno de los importantes se perderá la cita.

Superada la media hora, Calvo fue al suelo en el centro del campo para cortar una contra del Alcorcón. El árbitro señaló infracción y castigó al zaguero con tarjeta amarilla. Era la quinta de la temporada por lo que se perderá el choque de Valladolid del domingo. Ziganda se verá obligado a prescindir de la pareja de centrales, la mejor noticia de esta temporada. Ya le sucedió en Ponferrada, cuando la acumulación de partidos en una semana hizo que el técnico optara por alinear a Arribas en el lugar de Calvo. Y el madrileño rindió a muy buen nivel. En Zorrilla parece seguro que se repetirá la dupla David Costas-Arribas.

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