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La fórmula de Brugman para el play-off: "Es cuestión de creérselo más y arriesgar"

El uruguayo, con un contrato que incluye una opción de compra en caso de ascenso, expresa su deseo: “Quiero subir con el Oviedo”

Brugman, con el premio al mejor jugador de diciembre. | Real Oviedo

A Gastón se le ve a gusto mientras la afición disfruta de Brugman. La adaptación dentro y fuera del campo suele ir de la mano. Es la sensación con el centrocampista uruguayo, que, tras un periodo de acoplamiento al nuevo entorno, ya se erige como una de las referencias de este Oviedo que quiere ir a más. Que no se conforma con estar merodeando los puestos de honor: su meta es meterse entre los seis primeros. Brugman va más allá. “Quiero subir con el Oviedo”, señala sin ambages.

En la frase hay algo de objetivo grupal y de meta personal. Hay que tener en cuenta un detalle contractual de importancia: el pivote está cedido por el Parma hasta el 30 de junio y el acuerdo solo contempla que siga vistiendo la camiseta azul en caso de que el Oviedo ascienda a Primera División. De ahí la sentencia: matar dos pájaros de un tiro. El éxito más rotundo y asegurar su estancia en un lugar donde, dice, está “feliz”.

“Venía de unos meses no muy buenos en Parma y aquí me he encontrado con un gran club y una gran ciudad. Estoy feliz: el balance en Oviedo solo puede ser bueno”, señala después de ser premiado con el galardón al futbolista más destacado del equipo azul en el pasado diciembre.

Los números de Brugman demuestran su influencia en el juego de los de Ziganda. Tras un periodo en el que alternó banquillo y once inicial, se ha hecho con el mando en el medio. Acumula 1.406 minutos en la Liga, tras haber participado en 19 partidos, 16 como titular. Ha ayudado, además, con dos goles a los de Ziganda.

Ahora, se ve preparado para actuar tanto en el doble pivote, donde ha sido más habitual este curso, como en el sistema con tres centrocampistas al que Ziganda suele acudir en determinadas situaciones: “No hay mucha diferencia en los sistemas, en los dos me siento bien. He jugado en varios puestos a lo largo de mi carrera, siempre trato de adaptarme”.

Y añade: “Los primeros meses, con el sistema de 2 centrocampistas en el medio, me costó porque no estaba acostumbrado. Ahora ya no tengo problemas. He crecido en confianza y en todos los aspectos del juego”. Los dos sistemas tácticos abrazados por Ziganda parecen hechos para contar con Brugman como elemento diferenciador. Con el 4-4-2, siempre acompañado de un pivote más defensivo (ya sea Luismi o Jimmy), el uruguayo es en teoría el señalado para iniciar el juego de ataque. Es el destinatario del primer envío y el eslabón con los atacantes. Le ayuda su gran capacidad para la construcción tras un pasado talentoso como media punta.

El 4-3-3 también parece sentarle bien. Porque le da libertad para pisar territorio enemigo y probar su gran disparo desde media distancia. “Cuando era pequeño jugaba más adelante y me gustaba llegar al gol y estar cerca del área. Pero el trabajo defensivo es fundamental, lo bueno es mezclar para ayudar al equipo”, dice él.

Y esa ayuda al equipo quiere el pivote que se traduzca en una mejora en la tabla. El Oviedo es ahora octavo, navega a buen ritmo, pero le falta dar ese paso definitivo por el play-off. Brugman confía en que llegue más pronto que tarde: “Si miras los partidos que no ganamos, hay varios con sabor amargo que merecimos más. Podíamos tener más puntos, Es cuestión de creérselo más y arriesgar. Si analizas el último partido, ves que salió perfecto, justo como lo habíamos planteado, y eso que era contra un gran rival. Hay que seguir creyendo. El grupo demuestra fuerza, se vio contra la Ponferradina, cuando no contábamos con varios jugadores y el equipo sigue respondiendo. Daremos batalla en todos los campos”.

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