En un desarrollo algo anómalo de los acontecimientos, aunque algo habitual en los últimos tiempos en el fútbol, el Oviedo va camino de consolidar su modelo para los próximos años antes que cerrar las incorporaciones más urgentes para la segunda vuelta. Fichar ahora exige jugar con los tiempos; para las renovaciones a medio plazo, prima la rapidez. De ahí que Jimmy firmara su extensión a mediados de diciembre. Y que Viti lo hiciera la semana pasada. En la hoja de ruta de la dirección deportiva, un asunto prioritario: la renovación de Borja Sánchez. La pasada semana se produjeron algunos avances tras reunirse el club con sus agentes. Sin que esté aún cercano el acuerdo sí se han dado algunos pasos adelante. Con Los representantes de Femenías también ha habido varias conversaciones pero, de momento, las posturas de club y portero están lejanas.
Borja Sánchez es un asunto de importancia capital en los planes del próximo Oviedo. Rubén Reyes tiene como asunto pendiente su renovación desde la llegada a la dirección deportiva. El pesimismo que rodeaba a la situación hace algunas semanas, cuando las pretensiones del club y del futbolista no coincidían ni por asomo, parece haberse atenuado en los últimos días. De todas formas, según relatan fuentes cercanas a las conversaciones aún no hay acuerdo entre las partes y toca sentarse a negociar más detalles.
La situación con Borja ha ido fluctuando en los últimos meses. Para el Oviedo, su continuidad siempre ha sido un objetivo principal. De ahí que en el marzo pasado, Francesc Arnau, por entonces director deportivo, alcanzara un entendimiento con sus agentes por el que Borja extendería su vinculación hasta 2025 con una cláusula de rescisión de 10 millones de euros.
Pero aquel acuerdo nunca fue firmado, a la espera de que en México dieran el visto bueno definitivo. Arnau falleció de forma repentida y Rubén Reyes ocupó su lugar. Tocaba empezar de cero. La predisposición de las partes siempre ha sido buena, para Borja seguir vestido de azul es la opción que más le seduce, y la apuesta del club es firme, pero las posiciones, en las conversaciones que se iniciaron con Reyes eran por entonces bastante alejadas.
El principal riesgo en la operación con Borja es la presencia de otros clubes interesados en su incorporación. Tiene 25 años, acumula 95 partidos en el Oviedo tras sus tres últimas temporadas y su margen de mejora es evidente. De ahí que llame la atención de algunos conjuntos de Primera. Como el Granada, que le sigue desde hace algunos meses. El hecho de que sus pretendientes no tengan que pagar ninguna compensación por su traspaso, al acabar contrato, le convierte en un bien codiciado en un mercado que en los últimos tiempos cuida con mimo cada inversión.
Femenías, diferente situación
Joan Femenías es otro de los frentes abiertos de cara al futuro para la dirección deportiva carbayona. El portero, titular con Ziganda desde su llegada, también acaba contrato el 30 de junio. El balear firmó hace dos veranos en Oviedo, llegó procedente del Fuenlabrada, con el que no había tenido excesivo protagonismo, así que no contaba con un caché muy elevado. Por esa razón, su salario es de los más humildes dentro de la plantilla carbayona.
El mensaje transmitido de sus agentes al club es que Femenías quiere seguir vistiendo de azul, que es su prioridad, pero buscan además una mejora salarial de acuerdo con su peso en el equipo: acumula 64 partidos disputados con el Oviedo.
De momento, no hay acuerdo y entre las posturas, revelan fuentes conocedoras de la situación, de portero y club hay una distancia considerable. Toca esperar y seguir negociando para ver si se puede alcanzar un entendimiento.
