Tras el receso de este fin de semana, provocado por la Supercopa de España y la Copa, el Oviedo vuelve a la carga en su intento, aún en proceso, de colarse entre los seis primeros. Consumida más de la mitad de la temporada en Segunda, nadie duda de que el objetivo es el play-off. No puede haber otro en la mente de los rectores del club azul, aunque aún no se hable de ello abiertamente. Y para que la progresión siga produciéndose, los chicos de Ziganda se enfrentan en esta segunda parte de mes a dos duelos de envergadura.
Tras deshacerse de la Ponfe e igualar con el Eibar con óptimas sensaciones, el Oviedo afronta otros dos enfrentamientos duros ante favoritos al ascenso final. Primero será en Tenerife, el próximo viernes (21.00 horas), donde los del Cuco tratarán de extender fuera de casa las mejoras vistas en los últimos tiempos en el Carlos Tartiere.
El Tenerife es cuarto, con 39 puntos, y navega durante todo el curso en la zona noble de la tabla. Está en el grupo de los más serios aspirantes al ascenso. Aunque en su campo su rendimiento no ha sido tan óptimo. Los de Ramis solo suman 20 puntos en su estadio, donde han caído en tres ocasiones y empatado en otras dos. En juego también está el goal-average particular, factor que deshace los empates a final de curso. Tras el 0-0 de la primera vuelta en el Tartiere, ese detalle también se decidirá en el Heliodoro Rodríguez López.
Y si los insulares son un rival duro, más respeto desprende el siguiente conjunto en pisar el Tartiere: el líder de Segunda. El Almería de Rubí visita Oviedo el sábado 29 de enero, a las 21.00 horas. Un duelo para certificar las mejoras vislumbradas en los últimos tiempos. Los andaluces son primeros con 46 puntos, aunque el inicio de año parece que se le ha atascado: derrota contra el Cartagena (0-1) y empate en Las Palmas (1-1). Eso sí, son el mejor visitante de Segunda, con 20 puntos conquistados a domicilio. Han ganado 6 de los 11 choques jugados lejos de su gente. En el duelo de la primera vuelta, los de Rubi se impusieron por 2-1 en un partido en el que los azules dieron la cara hasta el final.
