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A vueltas con el sistema: las dudas de Ziganda con el dibujo

El Cuco volvió a tirar del 4-4-2 fuera de casa en la peor versión del año de los azules y el debate sigue abierto

Obeng disputa un balón con Aitor Sanz, en presencia de Bermejo. | Área 11

Antes del choque en Tenerife, que Ziganda señaló como clave para ver dónde merecía estar su Oviedo esta temporada, el técnico dejó la puerta abierta a recuperar el 4-3-3. El Cuco fue claro en sus explicaciones. Dijo que con el 4-4-2 el equipo se sentía cómodo durante el año, pero que no había quedado del todo satisfecho en algunas salidas. De ahí el paso al sistema de tres centrocampistas en Valladolid y Fuenlabrada, en busca de mayor control. En Tenerife, los dos delanteros puros volvieron a escena a domicilio y el equipo mostró su peor versión.

Casualidad o no, la conclusión más directa es que el debate sigue abierto. Al menos en cuanto a los partidos fuera de casa del Oviedo. Los de Ziganda habían comenzado el curso como un incómodo visitante al que se le atragantaban los duelos en su feudo y ahora parece seguir el camino opuesto: muestra su mejor versión en casa y le cuesta triunfa fuera.

Con la derrota del Rodríguez López son ya seis choques lejos del Tartiere seguidos sin triunfo, con un pobre saldo de 3 puntos sumados sobre los 18 que había en disputa. Los puntos corresponden a los empates en Leganés (0-0), Miranda (1-1) y Fuenlabrada (0-0), tres choques en los que Ziganda reconoció que el rival había estado más acertado.

Sin embargo, en las derrotas contra Eibar (1-0) y Valladolid (2-1), los azules mostraron su versión más poderosa. Pero regresaron a Oviedo sin ningún botín en el equipaje.

Ahora, el equipo azul preparará otro duelo en casa, este ante el Almería. Y para los choques en el Tartiere no hay, en principio, debate abierto. El 4-4-2 es el dibujo que mejores resultados le está dando a los azules cuando actúan ante su gente.

La siguiente cita a domicilio llevará a los azules a Amorebieta, club que pasa por serios problemas clasificatorios, ocupa posiciones de descenso a Primera RFEF, y que actúa como local en Lezama, en la ciudad deportiva del Athletic de Bilbao.

Y a Ziganda se le abrirán de nuevo las alternativas en su libreta: mantener el 4-4-2 tan lucido en el Tartiere o regresar al 4-3-3 que debería asegurar más control en el centro del campo. El debate sobre el dibujo, al menos a domicilio, sigue abierto tras la debacle de Tenerife.

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