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El reencuentro de Toché y Linares tras la retirada: "En el Oviedo jugamos juntos menos de lo que merecíamos"

Los dos exgoleadores azules, que fueron capitanes del conjunto carbayón, reflexionan tras colgar las botas y hablan de su etapa en Asturias

Linares y Toché: "Esta temporada el Real Oviedo ha mejorado y va a pelear por el play-off"

Linares y Toché: "Esta temporada el Real Oviedo ha mejorado y va a pelear por el play-off" X. Fernández/ A. Domínguez

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Linares y Toché: "Esta temporada el Real Oviedo ha mejorado y va a pelear por el play-off" Xuan Fernández

Linares no quiere despedir la charla. “¡Un momento, un momento!, que me ha venido una anécdota a la cabeza. Un día estoy en casa, hace cuatro o cinco años, en Oviedo. Mi hijo tendría 3 o 4. Se puso a hacer una ‘chilena’ (la especialidad de Toché) y va y grita: ‘¡Gooool, de Toché!’. Le digo: ‘¿Cómo?’. Y contesta: ‘¡De Linares!’ Casi me muero. Ese día cenó, pero se quedó sin postre”. A Toché le hace gracia. “El pequeño disfrutaba. Le encantaba el fútbol. Imagino que seguirá igual”. “Así sigue, marcaba goles como Toché, el tío…”. El diálogo sirve como resumen perfecto a cuarenta minutos de videoconferencia, organizada por LA NUEVA ESPAÑA, entre Toché y Linares, exdelanteros del Oviedo recientemente retirados. Empiezan hablando de un robo y acaban reflexionando sobre Borja Bastón.

–Linares: Me robaron un montón de camisetas del trastero y ahora ando por ahí intentando recuperarlas como sea. El otro día compré una del Elche en Wallapop.

–Toché: Pues yo tengo una de Linares con el Reus, te la vendo a buen precio…

–Linares: Vaya disgusto, macho. Estando en Tarragona me llaman y me dicen que habían entrado en nuestro trastero. Revisando las camisetas me encuentro que me faltan por todos los lados. ¡Por lo menos me habían robado 25! Tenía hasta una firmada de Casillas. El otro día me dice mi hijo: “¿Has tenido alguna de árbitros?”. Pues sí, pero también me la robaron.

–Toché: El árbitro que más odié yo en el mundo del fútbol me la pidió en el Burgos. Era el árbitro de aquel partido contra el Getafe cuando estábamos en el Oviedo, el de aquella movida con el Cata. El día del gol de Torró. ¿Te acuerdas? Le dije: “No quiero que me pites más en la vida”: Pasó un tiempo y me dijo: “Sé que me odias, pero dame la camiseta”. Menudo robo ese día del Getafe. Tú le pegaste al Cata, ¿te acuerdas?

–Linares: Hombre que sí me acuerdo… Yo estaba en el banquillo y me estaba encendiendo de los palos que te estaba pegando. Salí y le pegué un patadón. Es que era muy sangrante, nos estaban cayendo unos palos de locos.

–¿Se entendían tan bien dentro del campo como fuera?

–Toché: Para mí, en el Oviedo jugamos juntos menos veces de las que nos merecíamos. Hierro me preguntaba y yo le decía: “Yo quiero más veces a Miguel conmigo”.

–Linares: Tenemos muchas fotos juntos celebrando goles y en las imágenes se ve lo que nos entendíamos. El cariño, el respeto, la admiración... Eso se nota a la hora de rendir. Jugara uno o jugara el otro, queríamos lo mejor.

Toché y Linares, de izquierda a derecha, durante la videoconferencia celebrada en LA NUEVA ESPAÑA. | Miki López Xuan Fernández

–Linares jugó de extremo con Hierro de entrenador, ¿cómo fue aquello?

–Linares: Lo he recordado muchas veces. Lo llamábamos el cuadrado mágico. Hierro sabía que si me mandaba ir a pintar el campo antes del partido yo iría. Yo presionaba y luego subía al área. No jugaba ahí desde juveniles y le acabé cogiendo el gustillo. No encaraba, porque cada uno tenía sus cosas…

–¿Linares es zurdo o diestro?

–Linares: Muchos compañeros me lo han preguntado: siempre digo que le pego igual de mal con las dos piernas.

–Toché: Con la izquierda siempre metía goles. Incluso la picaba, el cabrón. Me gustaba tenerlo en el campo, porque cuando había centros él estaba por ahí.

Toché se abraza con Linares en el partido ante el Huesca. JULIÁN RUS

–¿Qué es lo que no se ve de ser capitán?

–Toché: En el año de Anquela, Miguel era el primero y yo el segundo. Intentamos llevar el vestuario lo mejor posible e integrar a los nuevos transmitiendo siempre oviedismo. No hubo grandes problemas e intentamos ser compañeros y ayudar.

–Linares: Sí nos tocó hablar alguna vez con algún compañero. No voy a decir el nombre, pero Toché lo sabrá. Andaba un poco despistado con el tema de las redes sociales y le tuvimos que llamar la atención. Le decíamos: “El club tiene razón, échanos una mano”. Al margen de eso, no tuvimos grandes problemas. Al revés. Conseguimos lograr una unión espectacular con la afición. Llevar el brazalete fue un orgullo.

Toché celebra un gol ante el UCAM Murcia junto a Linares. JULIÁN RUS

–¿Qué opinan de las redes sociales?

–Linares: Había alguno que pensaba más en eso que en lo deportivo. Ahora las redes están a la orden del día, pero había ciertas cosas que… Al jugador que decía antes tuvimos que hacerle entender que el club tenía razón y que se tenía que controlar un poco.

–Toché: Siempre pienso que una de las razones por las que me fue bien en Oviedo era porque no tenía redes sociales. Oviedo es una ciudad que vive mucho de ellas. Son importantes para el club y para la afición, pero abstraerse de ellas es positivo. No son la calle, pero una de las cosas que aconsejaría a un jugador del Oviedo es que se las quitase. Para lo bueno y para lo malo. Puede hacerte creer que eres mejor de lo que eres o hundirte. Había jugadores que entrenando eran impresionantes y en el campo no eran capaces de sacar su mejor rendimiento y yo creo que se debía un poco a eso.

Linares celebra, con Toché detrás su gol de la temporada pasada ante el Cádiz en el Tartiere. JULIÁN RUS

–Cuenten alguna cosa que no se sepa de Linares y Toché.

–Linares: Fuimos vecinos de portal. Yo vivía en el quinto y él en el sexto.

–Toché: Es verdad, no me venía a la cabeza. Vivíamos en el mismo bloque, en el centro, en la calle Uría. Yo estuve ahí los cuatro años.

–Linares: Yo estuve primero en una casa de La Manjoya y luego me fui al centro.

–¿Cuántas veces les han recordado aquel gol de Toché ante el Sporting? Linares también señaló el escudo.

–Linares: Ese gol fue especial para todo el oviedismo y a mí me salió del alma la celebración. ¡Como si lo hubiese marcado Anquela! Cuando marcaba Toché tenía la sensación de que el gol lo había metido yo. Ese afecto y ese respeto se notaba.

–Toché: Hay una foto que salimos los dos besándonos el escudo. Me han preguntado muchas veces por ese gol, pero es que al final eso es lo que queda en la carrera de un futbolista. Una carrera son momentos. Ese, que fue un gol feo, se quedó grabado ahí por lo que significó, tras tanto tiempo sin derbi.

Toché, a quien felicita Linares, celebra el gol de la victoria del Oviedo ante el Almería la pasada campaña. LNE

–¿Les costó retirarse?

–Linares: Mi retirada fue las más reciente y ha sido por una lesión. Me hubiese gustado seguir, pero te operas, la rodilla no va, te molesta... Ves que no estás para ello y es la decisión más fácil de tomar, pero me ha pillado en un momento en el que he podido disfrutar toda una carrera. La decisión ha sido forzada. No me ha quedado más remedio.

–Toché: Yo lo venía meditando desde mi última temporada en el Orihuela y, al contrario que Miguel, no fue por tema físico. Me seguía encontrando muy bien, pero los campos me hicieron tomar la decisión. Los campos, en Segunda B, son como son. No quiero que suene mal lo que digo, pero cuando llevas toda la vida en el fútbol profesional y bajas a esas categorías los campos son totalmente amateurs. Yo ya no tenía ilusión y tampoco mucha motivación. Decidí dejarlo y el presidente me dijo que cogiese el club y ahora estoy en la dirección deportiva. No he vuelto a tocar un balón desde hace ocho meses y tampoco me ha apetecido. Bueno, igual rematar algún centro...

–¿Cuál es el secreto para aguantar tantos años en el fútbol?

–Linares: Hay que cuidarse bien y que el cuerpo te respete. El cuerpo no llega bien a los 40 años así porque sí. Se trata de cuidar la dieta, el descanso… Cuando eres joven da igual.

–Toché: Yo tuve mala suerte con las lesiones. Me operaron varias veces del cruzado, pero ninguna de ellas me dio problemas. Ahora salgo a correr y no noto nada. También juego al pádel. El cuerpo tiene que aguantarte, pero con una vida saludable y cuidándote puedes llegar a jugar hasta los 40. Yo tenía claro que Miguel se iba a retirar después que yo. Cuando se lesionó le dije a mi mujer: “Miguel vuelve a jugar, que es un cabezón”. No ha sido así, pero por trabajo y físico no sería.

–Les tocó vivir momentos difíciles en el Oviedo. Hace poco Generelo decía que en su época hubo jugadores que no supieron discernir la amistad del trabajo, ¿fue así?

–Linares: Con David estuve tres años en Elche, año y medio en Oviedo… Me llamaba para que fuese al Oviedo todos los días. Lo único que hicimos fue intentar ayudarle y facilitarle todo tipo de situaciones cuando llegó a ser entrenador. No sé por quién lo dirá, si lo dice será porque lo siente. Yo estoy muy tranquilo.

–Toché: No lo diría por nosotros. Es complicado separar: a mí me ha pasado siendo director deportivo. A veces no sabes cómo hablarle a un jugador que fue tu compañero. A mí ahora me llaman y me dicen: “Te hablo como director deportivo”. Yo creo que nombrar a Generelo entrenador no fue la mejor decisión y quedó demostrado. Nosotros le intentamos ayudar y no nos dio para el play-off. Hace poco vi a Sergio Egea y lo comentamos. A toro pasado igual habríamos tomado otras decisiones, pero en ese momento fue lo que surgió. No fue culpa de Generelo, fue un cúmulo de circunstancias. Todos aprendimos.

–¿Cómo era Egea?

–Linares: Lo tuve ya el año del ascenso. Era muy cercano y delegaba mucho en los jugadores. Siempre nos pedía consejo y sabía escuchar. Cuando se marchó y se decía que Linares y Bautista eran los detonantes de la bronca y su posterior marcha yo no daba crédito. Yo a Egea le hice muchos goles, él me dio confianza y estamos agradecidos el uno con el otro.

–Toché: Siempre tuve una relación muy buena con Sergio. Venía con su base del año anterior y me tuve que adaptar. Sergio nos dejaba hacer. Es posible que aquel fuese el mejor equipo en cuatro años.

–¿Y Anquela?

–Linares: Ya lo conocíamos como entrenador rival y sabíamos lo que siente el fútbol y lo pasional que era. Anquela va de cara. Al principio yo no jugaba mucho. Toché estaba bien, pero se lesionó en Alcorcón. Me decía que no me ponía, pero no porque no lo mereciese.

–Toché: Veníamos de dos años muy buenos y todos teníamos muchas esperanzas. Fue un año difícil, vino mucha gente nueva y de fuera. No había mal ambiente, pero fue difícil. Como capitanes, el trato con Anquela fue magnífico. Era un tipo muy humilde.

–¿Y Hierro?

–Linares: Me he encontrado pocas personas en el mundo del fútbol tan buenas como Hierro. Yo estaba en el centro de atracciones de Zaragoza cuando me llamó por teléfono y pensé: “Hostia, es que estoy hablando con Hierro, que es un ídolo. Mañana serás mi entrenador, pero ahora eres Hierro”. Es un tipo super humilde, con todo lo grande que ha sido y que es. El día que me fui del Oviedo él debutó como seleccionador de España en el Mundial de Rusia, acababan de empatar contra Portugal y me mandó un mensaje de despedida de madrugada.

–Toché: Y con toda la que tenía montada él…

–Linares: Por eso, por eso…

–Toché: Hierro, para mí, es de las mejores personas con las que me he cruzado en el mundo del fútbol. El primer año de Anquela, cuando él ya no estaba en el club, me operaron del menisco en la Clínica Centro de Madrid. Apenas lo sabía nadie, pero me iban a operar por la mañana y por la tarde me iría de vuelta a Oviedo. Hierro apareció a mediodía por la habitación. En esas cosas, Fernando nos ganó a todos. Teníamos muy buen equipo y al final no hubo suerte, pero Hierro fue de los primeros que profesionalizaron un poco el Oviedo. Venía del Madrid e intentó que se diese un paso más tras muchos años en Segunda B. Tomó decisiones profesionales. Miguel, ¿te acuerdas de lo de las bicis?

–Linares: ¡Sí!

–Toché: Faltaban bicis, nos estábamos quejando todo el día, y las acabó comprando él (Hierro). Un día se plantó en El Requexón con bicis de última generación.

–Linares: ¿Y el altavoz que trajo?

–Toché: Tremendo. Teníamos un altavocillo enano y un día apareció con un pedazo de altavoz.

–Linares: Yo nunca había visto nada tan grande. ¡Cómo sonaba aquello!

–Toché: También se notó en el tema de los viajes. Lo de Hierro fue una pena en lo deportivo. Siempre he dicho que una espina clavada es no haber jugado el play-off con el Oviedo.

–¿Y cómo ven al Oviedo actual? Bastón ocupa su lugar en el área.

–Toché: El equipo ha mejorado respecto al año anterior, los fichajes han sido buenos y la gente joven ha dado un paso hacia adelante. No van a pelear por el descenso, eso seguro. Pelearán por el play-off . El oviedista tiene que estar tranquilo. Yo conozco a Bastón del Dépor, jugó conmigo y es un acierto de gol. Este verano hablé mucho con él.

–¿Qué le cuenta?

–Toché: Una de las cosas que le dije es: “Si entras con buen pie, te va ir todo encarrilado”. Yo empecé marcando. Entrar al Oviedo con buen pie es muy importante. Yo marqué en el primer partido que jugué y eso te allana las dudas, porque cuando aparecen… Oviedo es un lugar exigente, la afición aprieta y eso puede pasar factura. Borja empezó bien y va a hacer un buen número de goles. Necesita a otro compañero que haga una cifra parecida de goles. Creo que va a superar los que marqué yo y que servirán para meter al Oviedo en play-off.

–Linares: Yo al Oviedo ya lo veo como un aficionado. Los canteranos han mejorado. Antes subían, hacían un buen partido y bajaban. Si a eso le añades los fichajes de este año… Borja Bastón está rindiendo y solo pido que no se vaya en invierno. Ojalá termine la temporada en el Oviedo. Solo estando en el campo el rival dice “cuidado, que está allí Bastón”.

–Toché: Yo creo que Bastón lo tiene superclaro. Le dije: “Si quieres disfrutar del fútbol, Oviedo es la ciudad”. Allí vas por la calle y te recuerdan que eres futbolista. El jugador quiere ver eso y él está contento. Yo creo que no se plantea la salida, aunque esto sea fútbol…

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