Comenta un dirigente del Oviedo que de un tiempo a esta parte el equipo vive en los extremos. O blanco o negro. No existen los grises en la larga carrera que es Segunda División. Un ejemplo de la tensa supervivencia del Oviedo se aprecia en los últimos días. La semana pasada, bajón total. Empate ante el Huesca (3-3), nervios en el club y la sensación de que el duelo de El Plantío era un claro examen. Un sí o no en la lucha por el play-off en pleno febrero, con cuatro meses por delante de competición. Revolución incluida, el Oviedo logró un aprobado que cambia por completo el panorama a corto plazo.
El Oviedo quiere soñar y plantea el partido ante la Real Sociedad B como una final. En realidad, el escenario no puede ser mejor. Tras una victoria, la de El Plantío, ante un rival en buena forma, el equipo azul afronta un duelo clave ante uno de los equipos de abajo. En el vestuario hay sensación de final por el play-off. Creen que es la cita ideal para el asalto: ante una afición que estará con los jugadores. Desde el club se intentará buscar el mejor ambiente posible.
Cinco puntos más que el curso pasado. Cinco puntos: un paso de gigante en Segunda División. Son los puntos en los que el Oviedo actual aventaja al del curso pasado por estas fechas, hace justo un año undécimo con 36 puntos. Ahora, séptimo con 41. A 9 de la barrera de la salvación, aunque nadie a estas alturas, y sí el año pasado, habla de permanencia. El reto, que poco a poco se admite desde el vestuario, es colarse en el play-off.
A lomos de Borja Bastón. La decimoquinta diana de Bastón llegó de penalti. Un tanto decisivo que valió tres puntos y que sitúa al madrileño con todo mérito como uno de los goleadores más importantes del Oviedo en sus 39 años en Segunda División. Pocos jugadores a lo largo de la historia azul consiguieron más de 15 goles en Segunda. Fueron Lángara (23), Aloy (20), Galán (23), Marianín (20) y Carlos (25). La diferencia es que ellos lo consiguieron al final del curso y Bastón todavía tiene 14 partidos por delante para igualar las marcas.
Femenías, reforzado tras una semana difícil. Suele ser la diana más fácil. Femenías, hace no mucho el mejor del equipo semana tras semana, no atraviesa un curso fácil, cuestionado desde un sector de la afición. Por eso era fundamental para él tener una actuación convincente. La tuvo en Burgos. La confianza del Cuco en él es total pese a algún runrún del Tartiere. Tomeu, valorado en el club, tendrá que esperar.
Un cambio de sistema a tener en cuenta para el futuro. El Cuco llevaba tiempo con ganas de hacerlo. Se atrevió ante el Burgos y la declaración de intenciones podría tener continuidad. No tanto en casa, donde el 4-4-2 parece funcionar, si no fuera, en territorios complicados. Esta semana será definitiva.
