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Cien veces Borja: es el noveno jugador que, tras pasar por el filial, llega al centenar de partidos en este siglo

“Es nuestro baluarte, un jugador de Primera División”, coinciden Diego Cervero y Jandro, 288 y 171 encuentros cada uno con la camiseta azul

Borja Sánchez, durante un entrenamiento en El Requexón. | | IRMA COLLÍN

El primer sorbo, ligero, llegó a los postres, cuando el partido languidecía en Tarragona aquel 28 de octubre de 2018. Y no fue una experiencia especialmente satisfactoria: salió al campo en el minuto 84 y el Nàstic metió el 2-1 ya en el 90. En Burgos, el pasado domingo, Borja Sánchez (Oviedo, 1996) cumplió su partido número 100 con el Oviedo. Entre medias, talento, improvisación y descaro; un estilo de juego a contracorriente en la encorsetada Segunda División. El futbolista más diferente del Oviedo ya supera el centenar de actuaciones con la zamarra azul.

Cien veces Borja

Cien veces Borja Nacho Azparren

Y la cifra se ha convertido en una marca importante en los tiempos que corren, donde la permanencia en un club es la excepción y predomina el cambio de cromos cada verano. Un dato sirve para situar el mérito del ovetense: tan solo nueve futbolistas que antes jugaron al menos en el filial han alcanzado los 100 partidos desde el año 2000. Borja es el último de una lista con pocos nombres.

Diego Cervero (Oviedo, 1983) ocupa el primer puesto del presente siglo en cuanto a futbolistas de la casa, con sus 288 encuentros con la zamarra azul, incluyendo Segunda División, Segunda B, Tercera, Copa del Rey y Copa Federación en sus dos etapas diferentes en la entidad carbayona. 141 goles adornan su palmarés azul.

Ahora, a sus años, sigue moviéndose como pez en el agua en el Numancia, de Segunda RFEF, y es uno de los admiradores de Borja en la distancia. “Creo que ha madurado muchísimo en estos cien partidos; cada día se le ve mejor. Ojalá veamos otros cien encuentros de Borja en el Oviedo porque quiero verlo en Primera. Es de esa categoría”, indica el ariete. “Mi sensación es que cuanto mejor es la categoría, mejor es Borja. Cuando coja ese punto de madurez y regularidad que aún puede adquirir, será nuestro baluarte”, añade.

Cervero vislumbra el futuro del canterano más lejos del próximo 30 de junio. “Me gustaría disfrutar más tiempo de él, pero seguro que habrá un momento que llegará una oferta interesante y entonces habrá que decidir si hay que venderlo o renovarlo de por vida”, analiza.

En el segundo puesto del escalafón del presente siglo, otro símbolo de la etapa en el barro: Jandro (Oviedo, 1983). El centrocampista, que alarga su carrera deportiva en el Tuilla, de Tercera, jugó con los azules en dos etapas diferentes tanto en Tercera como en Segunda B, además de en las competiciones coperas. “De aquellas en el Oviedo no había la estabilidad que hay ahora, se notaban más urgencias y quizás era más difícil asentarse en el primer equipo”, argumenta.

Como Cervero, Jandro es otro de los defensores del juego de Borja: “Para mí es el mejor del Oviedo, un futbolista de Primera. Ya me había parecido cuando estaba en el Vetusta y me enfrenté a él; era el único que era diferente, que se veía que iba a llegar al primer equipo”, explica Jandro.

El centrocampista destaca de Borja “su calidad, su regate, su visión de juego, su físico… Cuando tiene el balón notas que siempre puede pasar algo. Creo que le falta un paso adelante para ganar en regularidad y ser mejor futbolista aún de lo que es ahora”. Y finaliza: “Es un orgullo que un canterano llegue a los cien partidos”.

Tras Cervero y Jandro, otro puñado de futbolistas que tuvieron paso previo por el Vetusta alcanzaron los tres dígitos con el Oviedo en el presente siglo: Esteban (154 choques), Michu (137), Johannesson (135), Berjón (114), Oli (107) y Amieva (102).

Su ascenso al primer equipo

Borja llegó al primer equipo azul cubriendo el camino más largo. Se inició al fútbol en el colegio San Ignacio y, tras destacar en el Estadio y en el Astur, el Oviedo se hizo con él en su segundo año de cadetes. Duró solo un año, ya que el Madrid llamó a su puerta. En el conjunto blanco escaló en juveniles aunque su paso al filial se le atascó y tuvo que buscar minutos en el Fuenlabrada y Mallorca B antes de pelear una nueva oportunidad en el Oviedo. Lo haría a partir del Vetusta, de la mano de Javi Rozada, el entrenador que mejor le conoce.

Tras el ascenso con el filial y sobresalir en Segunda B, Michu le dio la alternativa en el primer equipo, con ficha con los mayores. Le costó con Egea al principio, pero otro reencuentro con Rozada y la confianza de Ziganda en los tres últimos cursos le ha servido para llegar a la cita de hoy frente a la Real Sociedad B con la marca de 100 partidos (98 en Segunda y 2 en la Copa del Rey).

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