Se prepara el Oviedo para la primera de las diez finales que le quedan por el play-off, objetivo ambicioso, y llega a la cita el Fuenlabrada, un rival que encarar con una doble perspectiva. Navega en puestos de descenso y necesita de un esfuerzo titánico en este desenlace para salir de ahí, pero eso también le hace peligroso. Más todavía parece desde que Sandoval cogiera el timón de una nave a la deriva. Viene de ganar al Málaga (1-0) y quiere creer. Los equipos de Sandoval siempre son incómodos y este Fuenlabrada, con cualquiera de los tres entrenadores que ha tenido este curso (Oltra y Pellicer fueron despedidos antes), ha mostrado unas armas muy reconocibles: poco pie para crear la jugada y mucho balón directo y pelea.
No es que al Oviedo le resulten desconocidas esas características. Coinciden los dos equipos en muchas condiciones comunes. Evidentemente, y así lo dice la tabla, con mayor éxito en el caso de los de Ziganda. Pero ni a Fuenlabrada ni a Oviedo les gusta llevar el peso de los partidos. Los madrileños han gozado de la posesión en un 40,26% del tiempo de los partidos. Prefiere un papel pasivo. Solo el Lugo lo tiene menos: 40,14%. Con el cambio de inquilino en el banquillo, apenas se han notado diferencias en este aspecto: 39,4% y 43,5% en los dos últimos partidos, ya con Sandoval.
El Oviedo se sitúa en este ranking de menos posesión en el quinto puesto, con el 46,88% de la pelota. Y eso que los de Ziganda han mostrado en el último mes más determinación por querer el mando de los partidos. En los choques contra Real Sociedad B, Girona, Valladolid y Lugo la posesión fue del 56,1%, muy por encima de su media.
Otro aspecto coincidente es el que apunta al juego físico de los dos contrincantes. Más acentuado en el caso de los madrileños, que con 1.867 duelos ganados solo encuentra a un equipo en Segunda que le supere, el Lugo (1.939). No son malos los datos de los azules en este sentido: se ha impuesto en 1.701. Y la intensidad se mantiene en las pelotas aéreas: 659 gana el Fuenlabrada (sexto) y 640 el Oviedo (séptimo).
Pulso entre Ziganda y Sandoval
El trabajo en El Requexón se desarrolla esta semana con un ojo en los tocados, el objetivo es que el entrenador pueda contar con el mayor número de efectivos, y en las probaturas del Cuco sobre el césped. Como viene sucediendo en las últimas semanas, los azules tienen bastantes opciones tácticas para formar su once.
Atrás quedan los tiempos en los que el 4-4-2 era inamovible, con Obeng y Bastón como los primeros en iniciar el trabajo defensivo. Pero al acercarse al desenlace, Ziganda vio más favorable a sus intereses combinar diversos esquemas. El 5-4-1, de inicio en Lugo, y el 4-3-3, el empleado ante el Valladolid, son las alternativas más sólidas en los últimos tiempos.
En Fuenlabrada, Sandoval también prepara la forma de meterle mano a los azules. El 1-0 ante el Málaga parece reforzar la apuesta del de Humanes por el 4-1-4-1, que ya había empleado habitualmente en su anterior etapa en el conjunto madrileño.
