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El bisturí del Oviedo: en play-off 203 días después

El Oviedo da un golpe encima de la mesa y confirma su buen momento: diez puntos de doce

Borja Sánchez conduce el balón con Delmás detrás. | Área 11

De Cartagena a Cartagena y entro en play-off porque me toca. Hace 203 días, el Oviedo ganó al equipo murciano en el Tartiere y se puso quinto. Era septiembre. No volvió a oler play-off. Hasta ayer, 3 de abril, ganando otra vez al Cartagena y volviendo así a unos puestos de privilegio que parecían cosa de otros. El Oviedo es sexto. Por fin, el equipo dio el esperado golpe encima de la mesa. “Aquí estoy yo”. Los críticos podrán decir que lo hizo de aquella manera, en un partido por momentos surrealista ante un excitado Cartagena (1-2) y pidiendo la hora con tres jugadores más, pero lo hizo al fin y al cabo. Quien pida a estas alturas buen juego o espectáculo es que no sabe por dónde sopla el viento. No hay tiempo para exhibiciones virtuosas en la guerra de guerrillas que es Segunda División. En ella, el equipo azul se lleva una batalla importantísima y demuestra que está de dulce y con la flecha para arriba: diez puntos de los últimos doce. El Oviedo vive su mejor momento en el tramo más importante de la temporada y justo antes de la esperadísima visita de Arturo Elías. Alfombra azul para el patrón, atentísimo a todo desde México y con ganas de poder celebrar algo con el Oviedo casi diez años después de su desembarco entre vítores. El club espera que el oviedismo dudoso se suba al carro y que el Tartiere sea una fiesta de aquí a final de curso. Con los famosos cincuenta puntos de Anquela en el zurrón, ya no hay excusa que valga: en juego hay un ascenso.

Luismi celebra su gol | Área 11

Un final de locura

El espectador neutral que ayer miraba la televisión mientras apuraba el postre seguro que habrá agradecido la segunda parte entre el Cartagena y el Oviedo, un no parar desde la tempranera expulsión de Dauda, un auténtico pardillo. El jovencísimo Moreno Aragón probablemente pitó el partido más rocambolesco de su carrera, aunque realmente acertó en casi todo. El final del partido fue propio de Berlanga, con el Cartagena atacando con 8 jugadores y el Oviedo achichando agua e incluso perdiendo tiempo. Momentos dantescos en medio de la sorpresa general. Entre todos los acontecimientos, destacó la incomprensible entrada de Tejera, ex capitán azul, que bien pudo dejar a Montiel sin tobillo. Su cara era un poema. Ni él ni nadie parecía entender nada.

Sangalli, ayer. | Área 11

Todos enchufados

Segunda parte en Cartagonova. El Oviedo tiene por delante más de media hora con un jugador más para darle un bocado al play-off y el Cuco saca a Montiel y a Matheus. En una jugada por la izquierda, Pierre conecta con el brasileño, que gira sobre sí mismo y se la cede al madrileño. Zurdazo por toda la escuadra. 1-2 en la “final” tras una combinación de los fichajes de Rubén Reyes y una evidencia: el Oviedo llega al tramo más importante del curso con el grueso de los jugadores enchufados. El caso más significativo es Montiel, un espectáculo técnico, gol incluido, en una posición que ni siquiera es la suya. Pero hay más, como Matheus, que suele aportar cada vez que sale. O Javi Mier, partido serio el suyo ayer. O incluso Sangalli, (¿recuperado para la causa?) que participó en el primer gol del Oviedo con un gran pase a Borja Sánchez. Buena señal.

Luismi, una de cal y otra de arena

Luismi, jugador indispensable para el Cuco Ziganda, un muro en el centro del campo que juega con casco, metió ayer el primer gol del Oviedo. Un tanto de llegador tras una cabalgada por la izquierda, la única del partido, de Borja Sánchez. ¿Octava asistencia del curso? El mediocentro, además del gol, tuvo varias pérdidas de balón que complicaron el equipo. Sobre todo una, en la jugada que precedió al penalti en contra del Oviedo. Tuvo algún otro desliz con balón, pero también cortó innumerables jugadas. Una de cal, otra de arena y un gol.

Los esquemas

El Cuco parece haber encontrado la fórmula secreta de los dibujos: trivote fuera, dos puntas en el Tartiere y el esquema de los cinco defensas en el cajón hasta nueva orden. De momento, funciona. El Oviedo formó en Cartagena con un trivote compacto, lo que le permite tener músculo sin perder colmillo. Se vio en los primeros veinte minutos del partido, con un Oviedo desmelenado y ofensivo.

Después, cuando el equipo necesitaba los puntos, el Cuco cambió la libreta y formó con dos delanteros, el dibujo habitual en casa. En la variedad está el gusto. Y la plantilla del Oviedo tiene variedad de sobra, en nombres y en dibujos de pizarra. La sorpresa de ayer fue Sangalli, titular por delante de Montiel en lugar de Viti, lesionado. La cosa acabó saliendo bien, aunque ver al madrileño en el banquillo...

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