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Todos quieren estar en la fiesta: mimos para Brugman, Lucas y Borja

Ziganda cuida a sus tocados para que lleguen a la cita del sábado

Brugman, en primer plano, con Dani Ramilo, preparador físico del juvenil, en El Requexón. | Luisma Murias

Todos quieren vivir el momento dulce del Oviedo, pero las alturas de temporada exigen máxima precaución. Por eso, por ejemplo. Brugman y Lucas no estuvieron en el once de Alcorcón. Ziganda explicó tras el partido que los dos arrastraban molestias físicas y el técnico prefirió no arriesgar. Ayer, en el regreso al trabajo tras el día de descanso, los dos futbolistas tocados no estuvieron sobre el césped del El Requexón, manteniendo el Oviedo la política conservadora y esperar a que las molestias desaparezcan. Las dudas se suman con el estado de Borja Sánchez, que sí estuvo en césped pero trabajó al margen del grupo.

Ziganda quiere tener el mayor número de piezas posible a su disposición, pero sin arriesgar lo más mínimo. Al campeonato solo le restan cinco fechas que serán decisivas para saber si el equipo está finalmente en la fase de play-off. De cerrar su concurso en la promoción, la temporada se extendería durante una semana o dos más, dependiendo de los resultados en las eliminatorias.

De cara al choque ante el Mirandés, la intención del cuerpo técnico es contar con Brugman y Lucas, siempre que su evolución sea la correcta y vayan incorporándose progresivamente al trabajo grupal. En cuando a Borja, parece que no se trata de un problema muscular, sino de enfermedad, con lo que tampoco correría peligro su presencia en la lista del sábado.

No obstante, el Cuco suele dar descanso a los futbolistas que durante la semana no están en el trabajo colectivo, por lo que habrá que esperar a las dos sesiones que restan antes del partido para ver si las cosas mejoran y Borja, Lucas y Brugman cuentan para el entrenador desde el principio del encuentro o son una baza para la segunda mitad.

El regreso a los dos delanteros. Aunque no lo reconoce abiertamente (a Ziganda le gusta mantener ocultas sus cartas), el Oviedo se ha acostumbrado en las últimas semanas a navegar a toda velocidad con dos registros que, aunque similares, ofrecen diferencias, especialmente tácticas. Durante la mejor racha de la temporada, los azules se han asentado con el 4-4-2 en el Carlos Tartiere y el 4-2-3-1 a domicilio. Son los dos dibujos que le han servido a los carbayones para enganchar 5 victorias seguidas.

El regreso al Tartiere tras dos semanas, y dos victorias de prestigio, hace que el rol de Samu Obeng vuelva a ganar peso. El ghanés no jugó ni en El Molinón ni en Santo Domingo, pero su importancia crece en los choques de casa. El 4-4-2 en el municipal ovetense tiene como protagonista al africano, que acompaña habitualmente a Bastón en la punta de ataque. Obeng desgasta a los zagueros rivales y el madrileño se aprovecha de los espacios.

La rutina suele repetirse, y Obeng inicia los partidos en casa pero suele ser sustituido en las segundas partes: ha participado en 29 partidos de Liga, 25 de ellos como titular, pero solo dos los ha jugado completos; el último, en la octava jornada de la competición ante el Sporting en el Tartiere.

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