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“La isla está que arde por el Oviedo”: hablan ocho asturianos en Las Palmas

La colonia de asturianos en Gran Canaria confía en una victoria del Oviedo y destaca el gran ambiente de la ciudad

David Ramos, jefe de protocolo del palco del Estadio de Gran Canaria

Un arquitecto, un juez, un empresario... Incluso el jefe de organización del palco del Estadio de Gran Canaria. Todos tienen algo en común: la sangre astur. Y casi todos estarán mañana en el campo de Las Palmas en el duelo canario ovetense, el partido del año por el play-off (22.00 horas, Movistar).

“Esto es una locura, una locura. Ni cuando el ascenso se respiraba este ambiente. La isla está que arde. Se agotaron las entradas y tengo el móvil que echa fuego. Esto es como si viene el Madrid o el Barcelona”, explica David Ramos, un sierense de 45 años, del pueblo de Traspando, que muy probablemente sea el asturiano que mejor conoce los entresijos de Las Palmas: es el responsable de la organización del palco y lleva quince años en el club. “Soy asturiano, tengo el corazón algo dividido, pero quiero que suba a Primera Las Palmas. Me encantaría que subiesen los dos, pero será difícil”, explica Ramos, que admite que tendrá trabajo doble para el partido.

Juan Avello, magistrado sierense, es el juez decano de Las Palmas, lleva en Canarias quince años y admite que el oviedismo le fue a más cuando se vio lejos de Asturias. “Me creció el oviedismo en Las Palmas. Cuando estás fuera sientes más la pasión y aquí hay una colonia importante de asturianos”, asegura Avello, que no se perderá el partido.

Alfredo Montes, de Villaviciosa, lleva en Las Palmas desde que tenía 3 años debido al destino de su padre, inspector de Hacienda. “Soy asturianista a tope, voy a ir al partido y me encantaría que subiese el Oviedo”, asegura Montes, recién jubilado tras 40 años trabajando en una gran compañía aseguradora. Gil Menéndez, arquitecto de Cangas del Narcea y “cerrado del Oviedo”, analiza el partido desde el punto de vista táctico. “Va a ser complicado, pero solo espero que no sea un correcalles como contra el Zaragoza, porque ese partido no nos conviene. Confío en el equipo, porque tenemos de todo y un goleador estupendo”.

Gonzalo Huerta, ovetense de 58 años, lleva más de tres décadas en Las Palmas y describe el ambiente que ve en la ciudad. “En la ciudad hay una revolución, hay peleas para conseguir entradas”, dice Huerta, empresario de ciberseguridad, nostálgico de la sidra y enamorado de Asturias, “menos mal que voy todos los veranos...”.

Diego Ron, avilesino de 1976, lleva en Canarias desde 2002 (llegó en 1999 y estuvo en Pontevedra y Cádiz antes de regresar) es oficial de la Armada y admite ser “casi nada futbolero”. Pero matiza. “Siempre simpaticé con el Sporting, pero me pongo la bufanda del Oviedo si hace falta porque soy asturiano”, recalca el oficial, que nota el ambiente futbolero de la isla. También lo aprecia Ignacio Bernardo, ovetense de 61 años. Llegó en 1992 a Canarias para un proyecto de seis meses y se acabó quedando toda una vida. Es director corporativo de una empresa hotelera y un futbolero sin solución. “Me gusta más que mi mujer”, bromea el oviedista, cuya mujer es aficionada de Las Palmas. “En casa tenemos el corazón dividido”. Bernardo irá al campo y da un consejo al Oviedo: “Que hagan un partido muy físico, que nos conviene”.

Ignacio González, notario ovetense de 65 años, no podrá ir al campo por trabajo, no sigue mucho el fútbol, pero estará apoyando al Oviedo en la distancia. “Este partido tiene un significado especial”. Sus compañeros coinciden. Mañana, el gran día.

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