La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tito Blanco, un hombre metódico marcado por su paso por La Masía

“Es un gran profesional, pero, sobre todo, un gran tipo”, aseguran Anquela y Thompson, amigos del director deportivo del Oviedo

Arriba, Tito, durante su presentación en el Tartiere. En el detalle, como futbolista del Barcelona. | Luisma Murias

“El Oviedo ha firmado a una buena persona”. Juan Antonio Anquela, extécnico del Oviedo, es el que da la primera pincelada con una referencia no tan habitual en el competitivo mundo de los despachos futboleros. Los directores deportivos, acostumbrados a pelearse con agentes y piratas varios, suelen tener fama de actuar sin escrúpulos. El negocio, ante todo. No es así en el caso de Vicente Blanco, Tito (Benidorm, 1971). O al menos no lo ven así los que le conocen en las distancias cortas. “Es un gran profesional, pero sobre todo es un gran tipo”, defiende Keith Thompson, exjugador del Oviedo a finales de los 80 que compartió vestuario con Tito en el Toledo.

Como futbolista, el alicantino era un centrocampista de buen pie, cerebral, muy profesional y centrado. Le había marcado, coinciden los que le conocen, su paso por el Barça, adonde llegó en 1988, el mismo año que aterrizó Cruyff, para jugar en las categorías inferiores. Llegó a pisar el primer equipo en un par de partidos en la Copa Cataluña. Después, gozó de una longeva carrera con Segunda como hábitat natural.

En la 2000/2001 jugó en el Jaén, donde Anquela hacía de segundo entrenador con Braojos a los mandos. “Era un tío serio, más bien callado, pero trabajador y muy buena gente. Y jugando era de los que parecía que se notaba poco en el campo pero que cuando faltaba lo echabas de menos”, señala el entrenador.

Antes de esa experiencia en Jaén, en la 94/95, Tito formó en el Toledo. Allí hizo amistad con Keith Thompson exdelantero azul. “Solíamos comer juntos y mantuvimos después la relación. También cuando estaba en el Levante o en la AFE. Incluso le vi en Vitoria”, señala el británico. ¿Hubo recomendación para venir al Oviedo? “Hablamos, sí. Claro que le recomendé venir porque el Oviedo necesita a un trabajador como él. Si le dejan trabajar puede hacer grandes cosas”, defiende Keith Thompson.

Tras más de dos décadas en el fútbol senior, Tito dio el paso a los despachos. Triunfó en el Levante, al que llevó a Primera. En mayo de 2019 prescindieron de él. Su carrera como ejecutivo estuvo cerca de lanzarse cuando Víctor Font pensó en él en marzo de 2021 para llevar la secretaría técnica y el fútbol base del Barça.

La apuesta por Tito fue tras una recomendación de Xavi Hernández, actual técnico culé. “Xavi me dijo: ‘Quiero que tu estés en la dirección deportiva, junto a otras personas’. Llevas ya varios años en esto, has subido a un equipo a Primera, lo has mantenido arriba, tienes esa experiencia que nos vendría muy bien, estás preparado y saliste de La Masía”, explicaba en alguna entrevista el propio Tito en plena carrera por la presidencia del Barça.

Font quedó segundo, tras Laporta, y Tito volvió al ruedo meses después, como segundo de la dirección deportiva del Alavés. Duró una sola temporada. Este verano, el Oviedo volvió a llamar a su puerta. “Llevaban tres años detrás de él, así que no las tenía todas consigo”, comenta Thompson. Pero esta vez sí. Resistió y ante la imposibilidad de otras operaciones fue nombrado director deportivo del Oviedo.

Será en Asturias donde busque crecer. “Es un hombre de fútbol, inteligente y con criterio. Y tiene personalidad”, le define Thompson. “Me consta que es metódico y trabajador. De los que echan horas. Ojalá le vaya bien”, sentencia Anquela.

Compartir el artículo

stats