El primer fichaje gestado por Pachuca, nuevo propietario del Oviedo, será un joven lateral izquierdo, de 21 años, promesa azteca, que llega con el reto de consagrarse en el Oviedo y demostrar su valía en Europa.
El club azul ha fichado como cedido a Daniel Aceves, que es un zaguero zurdo que hasta ahora jugaba en Pachuca, club que pertenece al conglomerado empresarial que gestiona el Oviedo tras la venta de Carso. El movimiento tiene valor sentimental para los nuevos propietarios, ya que uno de sus objetivos era fichar jugadores mexicanos para el Oviedo.
Esa casilla ya está tachada con el joven azteca Aceves, que además es canterano de Pachuca. Destaca por su velocidad y facilidad para incorporarse al ataque. En el fichaje han participado de forma directa Jesús Martínez, propietario de Pachuca, y Martín Peláez, presidente del Oviedo y persona de máxima confianza de Martínez.
Aceves, un jovencísimo lateral izquierdo, empezó su andadura en el primer equipo de Pachuca el curso pasado a las órdenes de Guillermo Almada. En realidad, ya había debutado anteriormente, pero fue el técnico el que apostó por él como parte esencial de la defensa.
En el torneo clausura, fue titular en la mayoría de los partidos, ganándose el puesto y el cariño de la exigente afición de Pachuca. El lateral estaba llamado a ser un jugador importante en la siguiente temporada –en México ya se juega el torneo apertura–, pero el cambio de propiedad en el Oviedo ha tenido efecto directo sobre su futuro. Pachuca pretende crear sinergias entre México y Asturias y Aceves entra en la ecuación como anillo al dedo.
El jugador ve con muy buenos ojos recalar en Asturias y en los últimos días la operación se aceleró, con Tito y Bolo, desde Oviedo, aprobando los movimientos. Aceves llega de la mano de Pachuca, siendo un fichaje gestado en México, pero en el club azul precisan que fue consensuado con los integrantes del club.
De hecho, hubo otras opciones de más jugadores mexicanos que, tras un amplio estudio, se rechazaron porque a Bolo no le convencían. No es el caso de Aceves. Su fichaje se explica por las necesidades de la plantilla azul después de la salida de Cornud y la retirada de fútbol de Mossa, segundo entrenador del Huesca con el Cuco Ziganda. Con Pomares fichado ya desde junio, el Oviedo buscó otra pieza en el mercado. Antes de la llegada de Pachuca, Jairo Izquierdo era uno de los objetivos, pero acabó firmando por el Cartagena. En el club, viendo las pocas opciones que había en el mercado, había cierta tranquilidad por la polivalencia de Lucas, que siendo diestro puede adaptarse al lateral zurdo.
De hecho, Bolo ya lo ubicó ahí en el partido de entrenamiento ante el Vetusta, el pasado fin de semana. Sin embargo, la llegada de Pachuca ha abierto nuevas ventanas para el Oviedo, donde se ha colado de forma inesperada Aceves, que completará la defensa azul.
De esta forma, Bolo tendrá dos hombres por puesto en la retaguardia, uno de los objetivos de la dirección deportiva este verano.
De hecho, si no hay salidas y Costas y Calvo siguen en la nave, no habrá más incorporaciones en la defensa después de la de este joven lateral izquierdo. Aceves será el quinto jugador mexicano de la historia del Oviedo, tras Laviada, Sobrón, Chepo de la Torre y Oswaldo Alanís.
Este último, que estuvo en Asturias una temporada (2018-2019), vino tras la gestión de Arturo Elías, con Carso. Aceves, cuatro años después, coge su testigo con el mismo sueño: llegar a Primera División vestido con la zamarra carbayona.
