Con Mangel y Mario Fuente, jugadores del filial, como principales novedades, el Oviedo completó ayer una nueva sesión de entrenamientos, la última de la semana. Lo hizo en el campo 5 de El Requexón bajo una leve lluvia. Tras la jornada de ayer, que estuvo orientada a la recuperación y a la táctica, la carga de trabajo volvió a aumentar con el balón presente durante la sesión, así como los ejercicios de finalización de cara a portería.

Además, Pablo Santis, preparador físico del equipo azul, realizó un juego para favorecer el trabajo en equipo y las conexiones entre los futbolistas, que consistió en dividir en dos grupos la plantilla para que, dentro de un cuadrado, trenzasen pases con las manos con el objetivo de expulsar del cuadrilátero a los rivales. Para favorecer la competitividad, el equipo perdedor tuvo que llevar a los ganadores a caballito de una punta a otra del campo. Además, los que acabaron últimos esa carrera tuvieron que hacer flexiones como "premio". El entrenamiento no contó con la presencia de Bastón, que arrastra problemas físicos del amistoso ante el Racing de Ferrol, ni con David Costas. La nota positiva la dio Sergi Enrich, al que se le ve cada vez más compenetrado con sus nuevos compañeros.