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LA NUEVA ESPAÑA viaja a México para entrevistar en exclusiva al nuevo propietario del Real Oviedo
Jesús Martínez Patiño Propietario del Grupo Pachuca y del Real Oviedo

"Estamos metiendo mucho dinero y quizá tengamos que hacer una ampliación de capital"

"El límite salarial me trae loco, querríamos fichar a más y no podemos" | "Venimos a invertir en el Oviedo, pero tenemos que hacer un club rentable" | "El consejo se va quedar; Federico nos ayudará y regresará a México"

JESÚS MARTÍNEZ PATIÑO Propietario del Grupo Pachuca y del Real Oviedo: "Me muero por coger un avión y empezar a trabajar en Oviedo"

JESÚS MARTÍNEZ PATIÑO Propietario del Grupo Pachuca y del Real Oviedo: "Me muero por coger un avión y empezar a trabajar en Oviedo" Xuan Fernández

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JESÚS MARTÍNEZ PATIÑO Propietario del Grupo Pachuca y del Real Oviedo: "Me muero por coger un avión y empezar a trabajar en Oviedo" Xuan Fernández

Jesús Martínez Patiño (Papantla, México, 1957) pasea por las imponentes instalaciones de Pachuca, en México, como si fuese una estrella de rock. "Presi, hazte una foto, por favor". Y "el presi" se hace una foto. Martínez conoce por el nombre de pila a todos los empleados de las instalaciones. Les hace bromas y a cualquiera con el que habla le dice lo mismo: "Ahora estamos a muerte con el Oviedo". Y no parece una simple declaración de intenciones. El nuevo dueño del Oviedo, después de comprar el 51 por ciento de la entidad azul al Grupo Carso, dice que quiere hacer un proyecto a largo plazo en Asturias. Que quiere trasladar su exitoso modelo azteca a Asturias. Dice que se puede. Martínez, luciendo una camiseta del Oviedo con su nombre y "10" a la espalda, lo dice tranquilamente en su despacho, sentado con LA NUEVA ESPAÑA con vistas a los campos de entrenamiento de Pachuca. Es la primera entrevista del dueño del Oviedo, que no rehúye ninguna pregunta, habla de este y de aquel tema e insiste lo loco que le trae el límite salarial. Cuenta las horas para volar a Oviedo.

Jesús Martínez y Martín Peláez, en Pachuca. X. F. / GRUPO PACHUCA

–¿Cómo acabó en Pachuca?

–Nací en Papantla (Veracruz). El 14 de agosto cumplo 65 años y, por cierto, ojalá que sea en Oviedo, porque al día siguiente tenemos el primer partido de Liga. Mi padre fue agente de ventas de una empresa internacional y a los 18 años lo dejó, se fue a Papantla y se compró una gasolinera. Mi familia materna era ganadera y siempre tuvo recursos económicos. Mi padre, en cambio, mantenía a su familia.

–¿Qué tal le fue con las gasolineras?

–No fue un buen negocio, fue difícil y sufrió mucho. Después de eso llegó un cuate de Hidalgo y le dijo: "Ponte a vender llantas". Y vio que ese negocio, el de las llantas, era mejor que el de la gasolinera. Entonces se vino a Pachuca, porque le dieron una distribuidora, lo que ahora es Michelin. Yo venía de vacaciones con él a Pachuca desde Ciudad de México.

–¿Aprendió de su padre?

–Todo, fue mi referente. Se llamaba Jesús Martínez Cabeza de Vaca.

Hacer una ciudad deportiva en Oviedo es nuestra ilusión

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–¿Él le llevaba al fútbol?

–Eso es. El Pachuca estaba en Segunda División y él me llevaba al antiguo estadio. Yo vivía en Ciudad de México, porque estudiaba Administración de Empresas, y en vacaciones iba a los partidos. Años después, el Gobierno federal se hizo con el Pachuca. El gobernador perdió un dineral el primer año y me llamó para ofrecerme el club. Yo pensé que me llamaría para comprarme llantas u ofrecerme otros negocios, no por eso. Yo era joven, pero era mi pasión. Y di el paso.

–¿Siempre quiso dedicarse al fútbol?

–Siempre, siempre quise tener un equipo. Yo, con 10 años, ya me imaginaba con mi equipo de fútbol. Siempre fui fanático y apasionado del fútbol. Así fue hasta que tuve al Pachuca. Lo ascendimos, luego descendió, y después vino Javier Aguirre. La historia está ahí: ahora mismo Pachuca es un grande.

–¿Y de dónde surge el grupo empresarial?

–Empezó a surgir a partir del equipo. Empezamos con 22 jugadores y mi familia, que está involucrada en todo lo que hacemos. Y poco a poco fuimos conformado el Grupo.

–¿Qué papel tiene su mujer?

–Es importantísima. Ella creó todo lo que es la Universidad del Fútbol, con carreras especializadas. Ahora lo vemos normal, pero hace unos años... Recuerdo que vino Mauricio Macri cuando era presidente del Boca Juniors y dijo que pensaba que hacer una Universidad era fácil. Nuestra Universidad es del equipo y eso es algo único en el mundo.

Claro que podemos darle una estructura al Oviedo: nos dedicamos a esto

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–¿Entrar en el fútbol europeo era un viejo objetivo personal?

–Siempre he querido estar en Europa. Siempre. Hubo un día que vino el dueño del Getafe... Del Oviedo me hablaron hace tiempo y se lo dije a Arturo y a Carlos Slim. En ese momento no podía entrar, porque tenía otros proyectos.

–¿Cómo fue eso?

–Me llamaron hace diez años para ayudar al Oviedo y le dije a mi compadre Arturo: “Me ofrecen este equipo, pero yo no puedo”. Ellos entraron más tarde y pudieron salvarlo de la bancarrota, porque el equipo estaba a punto de desaparecer. Arturo me insistió mucho siempre que entrara, pero no podía.

–¿Siguió al Oviedo desde entonces?

–Vi muchos partidos. Vi cuando ascendieron, cuando casi juegan el play-off, cuando estuvieron cerca de bajar... A mis equipos todos los subimos de Segunda a Primera. No es lo mismo comprar un equipo en Primera que hacerlo en Segunda, tiene más mérito venir de abajo.

Hace diez años me llamaron para ayudar al Oviedo, pero en ese momento estaba en otros proyectos

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–¿Cuándo tuvo claro que sí podría entrar en el Oviedo?

–Hace dos años, más o menos. Y hace un año nos quedamos a punto, no hubo acuerdo por una diferencia de unos millones. ¡Aunque me hubiese convenido más comprarlo!

–¿Por qué?

–Me hubiese salido más barato, no como ahora me salió. Aquella vez no tenía el flujo necesario, acabábamos de comprar un estadio y era un dineral. Ahora se dio el momento, era nuestra ocasión y tuvimos suerte. Había grupos interesados en comprarlo: fondos de inversión y otro empresario de México. Se lo agradezco mucho a don Carlos Slim y a Arturo Elías.

–¿Cuánto ha pagado por el Oviedo?

–No puedo hablar de cifras.

Me preocupa que el Oviedo lleve años perdiendo dinero, hay que ponerlos en buenos números

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–¿Recuerda la primera llamada?

–Jesús, mi hijo y presidente del León, me dijo que le había llamado Arturo. Nosotros queríamos a Borja Sánchez para León, pero iba a renovar con el Oviedo y no le íbamos a hacer un feo a Carso. Le dije a mi hijo que le preguntase a Arturo y este le dijo que no se metiesen, que iban a intentar renovarle. Nosotros tenemos respeto y no hicimos nada. En esa conversación Arturo le dijo a mi hijo que un fondo de inversión quería comprar el Oviedo. Mi hijo me lo dijo inmediatamente, pero Arturo había quedado en avisarme. Yo pensé que igual se le había olvidado, pero me llamó y fue todo muy rápido. Me dijo que la familia había decidido vender el Oviedo y que querían que lo cogiésemos nosotros. Les dije que vale, pero que si se quedaban.

–¿Habló con Slim?

–Le mandé un mensaje de agradecimiento. Le tengo mucho cariño a toda la familia. Hablé con sus hijos y con sus hijas, pero la negociación fue con Arturo.

–Elías dijo que él no podía darle una estructura al Oviedo, ¿usted puede?

–Sí, claro que podemos.

–¿Por qué?

–Porque nos dedicamos a esto, que es nuestra pasión. Ustedes lo están viendo en directo. Nos dedicamos por completo a lo que es el Grupo y el 70% lo generan los equipos y todo gira alrededor de ellos, como los restaurantes, los hoteles o la Universidad. Todo depende de los equipos. En León, por ejemplo, estamos replicando el modelo y tardamos diez años. Todavía nos falta.

–¿Qué es lo más urgente?

–Lo más importante es lo social. Hay que darle a la afición un equipo muy competitivo y nos enfocamos al 100% en los refuerzos que quieren Bolo y Tito, también en renovar a los que haya que hacer. Hablé con Borja Bastón sobre su renovación y vamos por el buen camino para poder estar tranquilos. Nos interesa que los buenos sigan, porque esto es un proyecto a largo plazo.

–En Oviedo siempre se dijo que Carso entró casi de casualidad y que nunca tuvo el objetivo de ganar dinero, ¿usted sí lo tiene?

–Vengo a invertir, como en todos los equipos. Nuestra política es diferente a otras. Lo que saquemos lo queremos reinvertir, pero hay que hacerlo rentable, porque si no el modelo no funciona.

–El Oviedo lleva años perdiendo dinero.

–Sí, me preocupa, porque hay que ponerlo en números buenos. Pero será más rápido estabilizarlo con un proyecto serio. Nosotros no vamos a vender humo, vamos a vender trabajo y pasión. Estamos metiendo mucho dinero e incluso quizá tengamos que hacer otra ampliación de capital...

–¿Lo harán?

–Sí, sí, sí. Nos lo planteamos por el límite salarial. Estoy pagando al ingeniero por la venta, a los jugadores... Necesitamos que se vendan abonos, camisetas, patrocinadores... Eso nos ayuda a hacer un equipo competitivo, porque estamos en desventaja con los que descienden.

El éxito de la cantera es el éxito de nuestro modelo

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–¿Eso le parece injusto?

–Me sorprende, pero no es malo. Es malo que haya tanta diferencia. Eso hará que tengamos que meterle más inversión en la cantera, que es el éxito de nuestro modelo.

–¿Se plantea hacer una ciudad deportiva?

–Me lo planteo y es nuestra ilusión, pero hay que ir por partes. Está difícil, porque hay pocos terrenos, por lo que veo. Cuando vaya me enseñarán proyectos. Necesitaré ayuda del Ayuntamiento, porque será bueno para todos. Todo lo que está aquí, en Pachuca, quisiésemos que se viese en Oviedo.

–¿Qué le dice su familia?

–Están ilusionados y son muy trabajadores. Mi mujer irá para allá, mis hijos también... Se van a implicar con el Oviedo.

–¿Usted irá cada poco?

–Tengo que estar muy metido al principio. Próximamente iré y estaré unos quince días. Me planteo ir tres veces al año.

–¿Todo va a pasar por usted?

–Yo voy a estar constantemente en el día a día, pero Martín Peláez será la cabeza allá. Luego estará José Ramón Fernández, que irá unas dos o tres veces al año. Yo soy obsesivo y detallista, pero dejo trabajar.

–Dijo que el Oviedo será la prioridad para el Grupo Pachuca.

–Claro, porque los equipos que compramos siempre son prioridad, ya que los otros están más maduros y pueden ayudar a sus hermanos.

–¿Cuántos fichajes quedan?

–Ojalá se pueda hacer uno más, aunque lo veo difícil por el límite salarial.

–¿Es positivo hablar de ascenso?

–Está bien hablar de ilusión y la afición puede hacerlo. Nosotros tenemos la obligación de darle ilusión a la afición, pero tenemos que centrarnos en el día a día. Yo tengo mucha fe, y el que trabaja con pasión, integridad y creatividad, triunfa. Cuando empecé hace 27 años todos los equipos eran mejores que Pachuca y ahora, en cuestión de televisión, somos los más importantes. Y somos los que más jugadores vendemos. Y los que más patrocinios tenemos. Eso es trabajo, seriedad y pasión. Siempre tenemos equipos competitivos.

Me planteo ir tres veces al año a Oviedo; soy obsesivo y detallista, pero dejo trabajar

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–Dígame algo que no le haya gustado del club en estos días.

–Lo que me trae loco es el límite salarial, porque querríamos llevar más jugadores y no podemos. Además, solo permiten dos extranjeros.

–¿Van a mejorar las relaciones con LaLiga?

–Mucho, mucho. Tengo en breve una reunión con Tebas y otra con Rubiales. Somos gente para construir, defenderemos nuestros puntos de vista, pero siempre con respeto.

–Hasta ahora el trato con LaLiga no era bueno.

–Ahora las relaciones van a ser buenas.

–¿Qué sensación le dio el consejo de Oviedo?

–Muy buena, son gente apasionada del Oviedo. Se van a quedar porque necesitamos gente así. Nosotros llegamos con humildad y a aprender. Tomaremos decisiones cuando estemos seguros de lo que hacemos. Ahora estamos tratando de llevar lo mejor y guiarnos por el técnico y el director deportivo. Bolo me dijo: "Me gusta mucho Enrich". Yo no lo tenía visto, pero me fío. Yo le dije que tenía visto a Aceves y a Marcelo Flores, y le gustaron.

–Marcelo Flores ha sido el primer golpe de efecto de Pachuca.

–Por lo que veo, sí, aunque más en México que en Asturias. Es joven y no puede cargar con todo el peso. Hay que arroparle para que muestre su talento, que lo tiene. Si no el Arsenal no lo hubiese contratado.

–Marcelo juega en la posición de Borja Sánchez, ¿caben todos?

–Mire, yo tengo una filosofía: el que tiene talento cabe en cualquier lugar. Tú dame diez talentosos siempre.

–¿Qué va a pasar con Federico González y David Mata?

–Federico nos ayudará mucho ahora, pero luego regresará a México. David Mata es muy importante para nosotros y se queda.

–¿Carso seguirá teniendo influencia en el Oviedo?

–Siempre estamos abiertos a hablar. Arturo conoce mucho el fútbol y Joe Aboumrad también es muy importante. En cuestiones de fichajes siempre suelo consultar, porque la comunicación es buena.

–¿Por qué ha elegido a Martín Peláez?

–Porque tengo mucha confianza en él, sus raíces son asturianas, tiene pasión, es estructurado... Tiene unas cualidades enormes, hace equipo y es ecuánime.

–¿Qué le dijo cuando supo que iba a ser presidente?

–Se quedó sorprendido, porque me hace un hueco grande en Pachuca. Él será el hombre fuerte, de confianza. Hablo con él cuatro o cinco veces al día.

–¿Cómo va a ser la relación con el Sporting, que pertenece al grupo Orlegi?

–De respeto: hasta ahí. No comulgo con la filosofía de Alejandro (Irarragorri), pero lo respeto.

Hablé con Bastón para renovar, vamos por el buen camino

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–Antes tuvieron buena relación.

–Sí, hace muchos años sí, tuvimos buena relación para crear una mejor industria, pero hasta ahí. La relación con el Sporting será muy cordial y deportiva, y dentro del campo cada uno a lo suyo. Vamos a tratar de imponernos.

–¿Tiene ganas de ver un partido en el Tartiere?

–Muchas. Yo a la semana veo más de cuarenta partidos. Muchos los grabo. Soy un loco y un apasionado. Me gusta ver jugadores.

–¿Qué tipo de jugadores le gustan?

–Los de talento, como Borja Sánchez, pero también los de carácter.

–¿Le gusta la política?

–No me gusta la política, hay mucha traición, pero sé que hay que estar. Martín me llevaba todo lo político. Me gusta apoyar al que está al mando y llegar a acuerdos. Aquí siempre me han ofrecido ser gobernador, pero nunca he querido porque no me gusta nada.

–¿Cómo es Jesús Martínez?

–Soy muy sensible y católico, tengo mucha fe. Soy leal e íntegro. Me gusta no quedar mal y construir basándome en la gente, dándoles confianza. Cocineros, maestros, directores deportivos... Todo el tiempo convivo con ellos. Ustedes lo han visto.

–¿Qué le diría a un oviedista que no vea claro el proyecto de Pachuca?

–Que nos diese el tiempo necesario para que vea que nuestra pasión es que el Oviedo sea más grande, porque el Oviedo ya lo es. El dueño del Oviedo es la afición, nosotros solo tenemos que administrar las pasiones, que es una responsabilidad tremenda. Cuando mi equipo pierde no me gusta salir.

–¿Dónde se ve en cinco años con el Oviedo?

–Me veo haciendo un proyecto como el que tenemos en Pachuca. Y ojalá la gente esté orgullosa. Luego, pues claro, quién no se ve jugando contra el Madrid o contra el Barcelona...

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