El Oviedo volvió esta mañana al trabajo en El Requexón tras la derrota ante el Ibiza (0-1). La plantilla estuvo reunida por espacio de media hora antes de que los suplentes ayer, además de Jimmy, saltasen al campo número cinco para hacer ejercicios con balón. Lo llamativo de la sesión fue la larga charla que mantuvieron Bolo, entrenador, y Tito, director deportivo. Ambos estuvieron en un aparte durante lo que duró el entrenamiento, que se alargó sobre una hora. Bolo y Tito departieron sobre el partido de ayer, que dejó mal sabor de boca a la afición, que despidió al equipo con una sonora pitada. "No estamos cumpliendo las expectativas", dijo el bilbaíno tras el partido, tirando de autocrítica.

El equipo azul prepara ya el encuentro contra el Lugo pendiente además de Borja Sánchez, que ayer se retiró lesionado en la segunda parte contra el Ibiza, aquejado del aductor.