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El sitio de Señé, uno de los supervivientes del ascenso de 2015, estaba en el Anxo Carro

El catalán, que jugó 2 años y medio en el Oviedo, busca la estabilidad en Lugo tras una carrera de idas y venidas

Señé celebra un gol con Cervero y Cerrajería. Irma Collín

Hubo una época, no tan lejana, en el que el grito con más eco en el Carlos Tartiere se dirigía hacia el banquillo. "¡Saca a Señé!", exigía la grada cuando a los de Félix Sarriugarte se le atascaba alguno de esos partidos difíciles de digerir de la extinta Segunda B. Incluso se veían pancartas en el estadio pidiendo más minutos del media punta. Josep Señé, que aterrizó en Oviedo en 2012 cedido por el Real Madrid, contaba con 21 años en aquella experiencia, mostraba unas condiciones notables, un estilo descarado y vertical, pero le costó entrar dentro del fútbol cuadriculado de Sarriugarte. Aquella experiencia le vino a Señé en pleno crecimiento futbolístico, buscando aún su sitio en el fútbol. Ahora, a sus 30 años encara su segunda temporada en el Lugo y se presenta esta tarde como una de las amenazas del conjunto gallego.

Señé conduce el balón ante el Villarreal B. | LaLiga

El catalán ha ido modificando su juego desde que abandonara Oviedo. Vistió de azul dos temporadas y media. Se fue a mitad de curso de la 2014/15, la que acabaría con el anhelado ascenso a Segunda en el Carranza. La celebración le sorprendió ya en el Celta B, donde había recalado en el mercado de invierno, pero en su hoja de servicios siempre figurarán aquellos 374 minutos, repartidos en 13 partidos, con los que contribuyó al éxito.

El sitio de Señé estaba en el Anxo Carro

Se fue de Oviedo como media punta directo y ha encontrado acomodo en el fútbol profesional como centrocampista más puro. Ha ido adquiriendo poso con sucesivo paso por varios equipos. El salto del Celta B al primer equipo le situó en la élite. No gozó de continuidad en Vigo, pero le sirvió la experiencia para saborear 21 encuentros en Primera en sus dos años en Balaídos. Entre sus logros, una titularidad en el Camp Nou.

Con 25 años sintió la necesidad de sentirse más protagonista y se comprometió con la Cultural Leonesa, recién ascendido a Segunda. La apuesta solo le salió a medias. Fue indiscutible para De la Barrera, 41 choques jugados, brilló con 8 tantos, pero el equipo descendió. Siguió el curso siguiente en León, a pesar de estar en Segunda B, en un año que salió torcido.

Su calidad le tendió entonces un puente directo a Primera. Fue el Mallorca el que llamó a su puerta, en la 2019/20. Jugó muy poco, 6 partidos, y al término de la campaña decidió bajar otra vez un escalón. El Castellón le acogió en la 2020/21 en una experiencia espejo a la de León: fue protagonista pero su equipo descendió.

Una carrera de idas y vueltas le llevó la temporada pasada a Lugo, donde parece haber encontrado el equilibrio. Juega (38 choques el año pasado, 6 en lo que va de esta), suma y el Lugo compite. Hernán le tiene entre sus indiscutibles formando uno de los vértices de un centro del campo que trata de ser protagonista con la pelota. Cerca de los 31 años, Señé parece haber encontrado su sitio en el fútbol profesional en el Anxo Carro.

El catalán es uno de los cinco futbolistas que en la 2014/15 contaron con minutos en el Oviedo y se mantienen, siete años después en el fútbol profesional. Los otros son: Borja Valle (Cartagena), Diegui (Albacete), Christian Rivera (Sporting) y Lucas Ahijado (Oviedo).

Hubo una época, no tan lejana, en el que el grito con más eco en el Carlos Tartiere se dirigía hacia el banquillo. "¡Saca a Señé!", exigía la grada cuando a los de Félix Sarriugarte se le atascaba alguno de esos partidos difíciles de digerir de la extinta Segunda B. Josep Señé, que aterrizó en Oviedo en 2012 cedido por el Real Madrid, contaba con 21 años en aquella experiencia, mostraba unas condiciones notables, un estilo descarado y vertical, pero le costó entrar dentro del fútbol cuadriculado de Sarriugarte. Aquella experiencia le vino a Señé en pleno crecimiento futbolístico, buscando aún su sitio en el fútbol. Ahora, a sus 30 años encara su segunda temporada en el Lugo y se presenta esta tarde como una de las amenazas del conjunto gallego.

El catalán ha ido modificando su juego desde que abandonara Oviedo. Vistió de azul dos temporadas y media. Se fue a mitad de curso de la 2014/15, la que acabaría con el anhelado ascenso a Segunda en el Carranza. La celebración le sorprendió ya en el Celta B, donde había recalado en el mercado de invierno, pero en su hoja de servicios siempre figurarán aquellos 374 minutos, repartidos en 13 partidos, con los que contribuyó al éxito carbayón.

Se fue de Oviedo como media punta directo y ha encontrado acomodo en el fútbol profesional como centrocampista más puro. Ha ido adquiriendo poso con sucesivo paso por varios equipos. El salto del Celta B al primer equipo le situó en la élite. No gozó de continuidad en Vigo, pero le sirvió la experiencia para saborear 21 encuentros en Primera en sus dos años en Balaídos. Entre sus logros, una titularidad en el Camp Nou.

Con 25 años sintió la necesidad de sentirse más protagonista y se comprometió con la Cultural Leonesa, recién ascendido a Segunda. La apuesta solo le salió a medias. Fue indiscutible para De la Barrera, 41 choques jugados, brilló con 8 tantos, pero el equipo descendió. Siguió el curso siguiente en León, a pesar de estar en Segunda B, en un año que salió torcido.

Su calidad le tendió entonces un puente directo a Primera. Fue el Mallorca el que llamó a su puerta, en la 2019/20. Jugó muy poco, 6 partidos, y al término de la campaña decidió bajar otra vez un escalón. El Castellón le acogió en la 2020/21 en una experiencia espejo a la de León: fue protagonista pero su equipo descendió.

Una carrera de idas y vueltas le llevó la temporada pasada a Lugo, donde parece haber encontrado el equilibrio. Juega (38 choques el año pasado, 6 en lo que va de esta), suma y el Lugo compite. Hernán le tiene entre sus indiscutibles formando uno de los vértices de un centro del campo que trata de ser protagonista con la pelota. Cerca de los 31 años, Señé parece haber encontrado su sitio en el fútbol profesional en una plaza ya clásica en Lugo como es el Anxo Carro.

El catalán es uno de los cinco futbolistas que en la 2014/15 contaron con minutos en el Oviedo y se mantienen, 7 años después en el fútbol profesional. Los otros son: Borja Valle (Cartagena), Diegui (Albacete), Christian Rivera (Sporting) y Lucas Ahijado (Oviedo).

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