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Bolo mantiene el puesto

El entrenador del Oviedo pierde crédito, pero el club no se plantea despedirle ante lo que viene: tres partidos en solo una semana

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Las imágenes de Bolo durante el partido ante el Cartagena

La crisis del Oviedo es palpable a todos los niveles y no se oculta en el club azul tras la durísima derrota ante el Cartagena (1-3). Los focos, como siempre sucede en el fútbol, apuntan hacia el entrenador. Jon Pérez Bolo vive un momento muy delicado en el Oviedo tras solo ocho partidos en el cargo. El técnico bilbaíno, salvo giro de guion, se mantendrá en el puesto y se sentará en el banquillo del Oviedo en el duelo ante el Zaragoza del próximo domingo.

El club considera que no es el momento adecuado de abordar una destitución, pese a los tambores de guerra que ya se escuchan en el Tartiere. Bolo tendrá otra oportunidad de darle una vuelta a la situación, pero su crédito en el Tartiere se agota por el delicado momento deportivo, ya que el equipo lleva más de un mes sin ganar y acumula unos números muy preocupantes en casa: tres derrotas, una victoria y un empate. Cuatro puntos de dieciocho posibles. En global, el Oviedo de Bolo acumula nueve puntos de veinticuatro. En estos momentos, la situación interna del entrenador es de debilidad, pero en principio no se contempla un despido a corto plazo. El club espera una reacción en los próximos partidos y esta semana habrá varias reuniones para analizar la situación del equipo.

El calendario también juega a favor del bilbaíno, ya que en los próximos días el Oviedo tendrá tres partidos en solo una semana: Zaragoza, Huesca y Albacete. En la entidad se ha activado el estado de autocrítica y en los despachos admiten con mucha preocupación que los planteamientos de Bolo no están teniendo el calado esperado en la plantilla del Oviedo. En definitiva, la versión carbayona está muy alejada de lo que esperan en el club, con los directivos de Pachuca muy atentos a todo desde México.

Aunque la responsabilidad del mal momento azul no solo se achaca al entrenador, ya que todos los dirigentes consultados coinciden en que varios jugadores están muy lejos de su mejor nivel.

La delicada situación del Oviedo y el crédito menguante del entrenador coincide con una plaga de lesiones que causa sorpresa en el club: van ocho lesiones en ocho jornadas, siete de ellas musculares.

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