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El Requexón marca el ritmo: Borja y Riki, duelo de talento en el Belmonte

Bolo recupera al media punta para sacar adelante el decisivo encuentro ante un Albacete al alza en el que el canterano azul lleva la batuta

Riki y Borja, en El Requexón. | LNE

A los dos les une un talento natural, un don que venía de serie, y una carretera con curvas, de obstáculos que parecían impedir el camino a lo más alto. También comparten un éxito natural, están en la élite sin haber cambiado un estilo que no siempre es entendido por los entrenadores. Borja Sánchez es a sus 26 años el futbolista que improvisa en el Oviedo y regresa a la lista tras superar una rotura fibrilar que dejó a los azules cuatro jornadas sin su magia. Riki Rodríguez, uno año más joven que Borja, lleva la batuta del sorprendente Albacete, un recién ascendido que llama la atención por su estilo desenfadado que trata de mirar al arco rival.

Los dos son protagonistas del duelo que hoy, 21.00 horas, se dirime en el Carlos Belmonte. Un choque muy diferente al que muchos se esperaban a comienzos de temporada, cuando se intuía que el Oviedo estaría en el pelotón de los favoritos al ascenso y que al Albacete le costaría sobrevivir en una competición tan exigente. Ha sucedido justo lo contrario.

Bolo llega con el agua al cuello, en plena crisis de resultados, siete semanas sin ganar, sin encontrar el patrón de juego y con una plaga de lesiones que no le da respiro. Por eso, la recuperación de Borja es tan buena noticia, porque es un rayo de esperanza en la nublada actualidad carbayona. No partirá en el once previsiblemente, pero su concurso a lo largo de los 90 minutos puede ser decisivo en una cita que encierra tanta importancia: para el equipo, por evitar caer al pozo de la clasificación, y, sobre todo, por Bolo, que se juega la última bala en el Belmonte.

En una línea similar a la del equipo este año, Borja ha seguido una trayectoria irregular en este comienzo de temporada, alterada su contribución en todo caso por los problemas físicos. Se perdió el choque de la segunda jornada ante el Leganés por un golpe en su pierna. Ante el Ibiza cayó lesionado de mayor gravedad y no ha vuelto hasta ahora. A pesar del inicio accidentado, es indispensable en los planes de Bolo. Por su capacidad por darle aire a un equipo que encuentra en sus pies una vía para escapar de la presión y por su capacidad para romper líneas en el campo de los rivales. La vuelta de Borja es más que una buena noticia para Bolo.

El Requexón acude al rescate y El Requexón es una amenaza para el duelo de esta noche. Porque Borja ofrece soluciones pero en el bando rival será Riki el que intente agudizar la crisis azul. El Albacete es uno de los conjuntos más sorprendentes de la categoría. Albés ha sabido adaptarse al nuevo entorno con una propuesta atractiva, con futbolistas de buen pie y estilo ofensivo. Un juego que encaja perfectamente en las características de Riki.

Si a Borja le costó llegar a la élite, al centrocampista del Albacete le ha pasado tes cuartos de lo mismo. Con un agravante: no ha llegado a asentarse en el primer equipo del Oviedo. Debutó con Egea en la temporada 19/20, en un curso que alternó primer equipo y filial, con más peso en el Vetusta. En la 20/21, ya con Ziganda, su protagonismo fue escaso, así que en invierno buscó acomodo en el Racing, donde sí fue de provecho.

En la 21/22, el Burgos fue su destino al final de verano, también cedido. Le costó entrar con Calero y se fue en invierno a Albacete, con un impacto inmediato en su equipo. Guio a los manchegos al ascenso y, de la mano del éxito, pasó a formar parte del equipo del Belmonte en propiedad. Este año, es indiscutible para Albés: 652 minutos hasta la fecha, en 8 encuentros como titular.

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