LA NUEVA ESPAÑA se suma al Club de Negocios del Oviedo

El ciclista Samuel Sánchez reivindica los valores del deporte en un acto en el antepalco del Tartiere

Xuan Fernández

Xuan Fernández

El Oviedo celebró ayer en el antepalco del Tartiere la segunda jornada del Club de Negocios, una iniciativa empresarial del Grupo Pachuca, propietario de la entidad, destinada a crear sinergias entre entidades alrededor del equipo azul.

El exciclista asturiano Samuel Sánchez, reconocido oviedista, fue uno de los protagonistas de un encuentro en el que LA NUEVA ESPAÑA se sumó al Club de Negocios del Oviedo. Martín Peláez, presidente azul, hizo entrega de una placa y le dio la bienvenida a la iniciativa a Gonzalo Martínez Peón, director de LA NUEVA ESPAÑA, que también estuvo representada por Luisa María López, directora comercial del periódico.

Al acto acudieron varios empresarios y Miguel Sanz, responsable del área social del Oviedo, hizo de maestro de ceremonias. Zadet Vargas, director comercial del Salón de la Fama de Pachuca, tomó la palabra en nombre del Grupo propietario del Oviedo y dijo que "Oviedo es una ciudad increíble, trabajamos a marchas forzadas para poner en marcha este Club". Después fue el turno para Samuel Sánchez, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, que respondió a las preguntas del público y dio un pequeño discurso en el que incidió en las sinergias entre el mundo del deporte y la empresa. "Todo es extrapolable. Un deportista está acostumbrado a la soledad y en la empresa tiene que haber un líder, algo que tienen en común las dos vertientes. Un deportista retirado es más valioso que uno en activo, porque tiene sabiduría. En la actualidad es habitual que los comités de crisis de empresas contraten a exdeportistas", dijo Samuel, que destacó la labor del Club de Negocios del Oviedo, a su juicio una iniciativa "importante para crear sinergias a través del deporte".

El ovetense, de 44 años, hizo una interesante comparativa entre el ciclismo y el fútbol. "Un ciclista es solitario y en el fútbol te tiene que respaldar el equipo. En ciclismo, si no das pedal no llegas a meta".

Samuel también habló de la importancia del deporte en edades formativas y César Martín, director de relaciones institucionales y presente en el acto, puso de ejemplo la academia del ciclista, de la que forman parte 38 jóvenes. "La mayoría de niños que hacen deportes probablemente no lleguen a ser futbolistas o ciclistas profesionales, pero seguro que serán personas diferentes y tendrán inoculada la cultura del esfuerzo. Esa gente es la que hace falta en las empresas y es vital en el mundo laboral", incidió antes de hacer una buena reflexión sobre el mundo de un deportista una vez retirado.

"Hay que buscar distracciones sanas, porque un deportista retirado puede ser un ejemplo de valores. Yo intenté buscar una ocupación ligada al deporte, no me iba a poner a hacer edificios... Gestionar el patrimonio es básico, porque hemos visto deportistas que lo pasaron mal por despilfarrar y ser gastizos. Es importante estar bien asesorado y desprenderse del personaje. Que te paren por la calle, dar entrevistas, que te suene el teléfono... Eso es bonito, pero cuando el deporte se acaba todo cambia y hay que hacer una transición", recalcó el ovetense.

Amplia representación empresarial. Al antepalco del Tartiere acudieron ayer una buena representación de empresarios, la mayoría miembros del Club de Negocios y otros como invitados. Estuvieron, entre otros, Ramón Méndez, de Cocacola; Belén Pavón, de Tartiere Auto; Natalia Martínez, de Clínica Asturias, Javier Ríos, de Alsa; Daniel Gutiérrez, de Ontier o Ángel Zubizarreta, de Oviedo Congresos. El diario "El Comercio" también se sumó a la iniciativa del Club y el Oviedo hizo entrega de una placa a su director comercial, Julio Valle. Por parte del Oviedo, además de Martín Peláez, César Martín y Miguel Sanz, también estuvieron Manuel Paredes, vicepresidente y Carlos Muñoz, exjugador y recién nombrado embajador del club.

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