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Cervera, los saques de banda y una curiosa analogía: "¡Esto es como el waterpolo!"

El entrenador emplea 15 minutos de la sesión a ensayar los saques de banda: "No podemos darle el balón a los pies porque tendrá uno a la espalda"

El segundo entrenamiento de Cervera, en imágenes Luisma Murias

"¿Habéis visto alguna vez el waterpolo? Pues esto es como el waterpolo". Álvaro Cervera atrae la atención del grupo, situados ya todos los futbolistas sobre el césped de El Requexón, dispuestos a ejecutar un saque de banda. Es el tramo final del entrenamiento y Cervera incide sobre un aspecto que parece residual en el juego, pero que puede definir partidos: el saque de banda. "En el waterpolo hay uno que juega de ‘boya’, es el más adelantado. Pues al ‘boya’ no le dan el balón a las manos, porque el defensa se lo quitaría. Se lo dan a los lados para que lo coja nadando", expone el entrenador.

La atención se mantiene mientras Cervera estira la analogía: "Pues el saque de banda es lo mismo. No podemos darle el balón a los pies de un jugador, porque tendrá uno a su espalda. Se la damos ahí, al espacio. Que el balón corra". Y los futbolistas ejecutan las órdenes, uniendo a la carrera un centro al área rival. La jugada desemboca en centros y remates, eso que siempre resalta el técnico que pude definir un partido en la competitiva y extenuante Segunda.

La fijación de Cervera por la jugada no se prolonga más allá de 15 minutos, en los que explica a los suyos cómo se ataca y cómo se defiende correctamente un saque de banda. No llega a aquella obsesión de Benito Floro en los 90, cuando teorizaba sobre "la influencia del saque de banda en el fútbol", pero responde a la necesidad del entrenador de estar pendiente de cada acción en el terreno de juego,

Cervera es un entrenador atento a cada detalle del juego. Tiene, al menos de momento, un perfil más didáctico que táctico con sus pupilos. Se entiende que responde a la situación del equipo. Ya lo ha repetido en la sala de prensa: le falta una pretemporada, ese momento en el que los equipos se equivocan para después aprender de sus errores.

En Oviedo, vista la situación que muestra la clasificación, no hay espacio para ningún fallo. Se vio en la cita de Vitoria, los errores cuestan puntos y no está el equipo para regalar nada. Le toca aprender sobre la marcha. Lo primero, lo explicó ayer es sacar la cabaza de abajo.

Por eso incide el técnico en los detalles del juego. Esos que pueden definir los partidos. Tras la derrota en Vitoria, el entrenador mostró su malestar por "algunas cosas" que no le habían gustado nada. Se quejó el técnico pero rehusó señalar a nadie. Uno de los detalles que quiere que los suyos corrijan es el de no hacer faltas cerca del área. Defiende el entrenador que cometer una infracción e invitar al rival a sumar gente al remate en una jugada de estrategia es darle muchas facilidades al enemigo.

Ahora, suma un nuevo objetivo en su hoja de ruta: controlar los saques de banda. En ataque y en defensa. El entrenamiento acaba ejecutando varias acciones de esta naturaleza. Toca pensar en el Villarreal B, rival de mañana, y cuidar cada detalle.

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