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Los detalles de la llegada de Braat al Oviedo: viajes a Francia y un futuro traspaso en mente

El galo se hizo con la titularidad el domingo ante el Granada

Quentin Braat, con Tomeu al fondo, en un entrenamiento en El Requexón. | Luisma Murias

El último servicio de Rubén Reyes al Oviedo salió al ruedo precisamente después de las semanas en las que más se habló el director deportivo que casi regresa al club azul. Quentin Braat, portero francés de 25 años, debutó como titular ante el Granada. Fue la decisión inesperada de Cervera. Incluso para el propio protagonista y para Tomeu, titular hasta la fecha. El técnico le dio la alternativa por la fiabilidad que parece tener el galo en el juego aéreo. Es esa característica, el dominio por el aire, la que propició por encima de todo su fichaje por el equipo azul. Rubén Reyes fue su descubridor. El director deportivo pensó que aquel espigado meta de 1,94 que jugaba en el Chamois Niort, de la segunda francesa, podría cuajar en el Oviedo, ya que sus cualidades irían como anillo al dedo a un equipo de Segunda que lucha por subir. Al asturiano le llegaron buenos informes y comprobó personalmente en varios viajes a Francia las cualidades del guardameta

En su incorporación participó la estructura deportiva del Oviedo. Reyes mandó a Francia a Mauro de Ves, coordinador de porteros de la cantera del Oviedo, para evaluar al guardameta. La respuesta fue positiva y la negociación relativamente sencilla porque Braat acababa contrato. En la dirección deportiva que comandaba Reyes se veía a al francés como un portero de futuro que evolucionaría en el fútbol español, un país con más foco que el vecino.

A Braat se le firmó con la idea de propiciar después un posible traspaso que dejase un buen dinero en el club. De momento, tras un inicio en el que Tomeu fue titular y dejó buenas intervenciones, Braat ha entrado con fuerza en el once. En su debut estuvo firme por arriba y dejó buenas atajadas en la segunda parte. Fue el antídoto de Cervera para parar la hemorragia del balón parado. De Braat dicen quienes le tratan que es un tipo tranquilo y familiar, vive con su novia de toda la vida y se está esforzando por dominar el idioma. Con sus compañeros tiene una relación fluida, al igual que con Tomeu. Como el año pasado, hay duelo en la portería.

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