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Diez años de la salvación del Oviedo

Sabino López: "A Fidalgo le dije que Quique Pina no podía entrar en el Oviedo"

"El problema de Carso fue la distancia", asegura el expresidente azul

Sabino López MIKI LOPEZ

Sabino López (Vegadeo, 1948) fue presidente del Oviedo en 2013 tras la dimisión de Toni Fidalgo. Anteriormente también había sido uno de los consejeros en aquel recordado noviembre de 2012 que acabó con la llegada de Carso. Tras su dimisión, Arturo Elías designó como presidente a Jorge Menéndez Vallina. Sabino López, hombre conocido en el fútbol, recuerda muy bien todo aquello.

–¿Cómo llega al consejo de Oviedo?

–Me llamó Toni Fidalgo y me comentó como estaba la situación. Luego hubo muchas conversaciones con mucha gente, sobre todo con el Alcalde. El nuevo consejo se formó poco a poco. Solo conocía a Pedro (Zuazua).

–¿La situación económica era tan mala como se decía?

–Era complicadísima. No era solo que no hubiese dinero, es que no encontrábamos la documentación. Hay que valorar mucho la figura de Jorge Sánchez. Creo que no se destacó todo lo que hizo por el Oviedo. Todos trabajamos mucho, por supuesto también Antonio Mijares, pero lo de Jorge fue sobrehumano.

–¿Cómo era su vida en aquel noviembre de 2012?

–Seguía viviendo en Vegadeo e iba y venía. A mí me tocó negociar muchas situaciones con futbolistas. Solo teníamos 13 jugadores y había que hacer contratos nuevos. Me veía con todos los representantes.

–¿Cuándo aparece Quique Pina?

–No recuerdo bien la fecha, pero sí que Toni me dijo que Pina quería entrar. Yo con él (referido a Pina) viví una situación extrema cuando estaba en Las Palmas. Por eso le dije a Toni: "Este señor no puede entrar en el Oviedo".

–¿Qué le pasó con Pina?

–Es un tema muy desagradable y prefiero ni comentarlo.

–Finalmente Pina no entró.

–Porque tuvimos la suerte de Carso. Con él había muchos contactos. Si Pina hubiese entrado, yo me hubiese ido.

–¿Por qué aparece Carso?

–Por la repercusión que tuvo todo el movimiento del Oviedo. La guinda fue la broma de la Cope, pero había trabajo detrás. Cuando surge la chispa de la ampliación de capital todos estuvimos desbordados después de haberlo pasado tan mal.

–El consejo de 2012 casi no se mantuvo unido ni un año después de llegar Arturo Elías. ¿A qué lo achaca?

–Había distancia. El propio Elías lo dijo en LA NUEVA ESPAÑA. Hubo alguna situación que... Elías tenía otras relaciones en Oviedo, eso está claro, y la lejanía no era positiva. Por eso creo que, por contraste, a Pachuca le irá mejor: tiene gente en Oviedo de su máxima confianza.

–¿Recuerda cuando lo sustituye Vallina?

–Cuando yo estaba de presidente me reuní con Vallina varias veces, en presencia de Jorge Sánchez. Teníamos buena relación. Le dije varias veces que nosotros estaríamos hasta final de temporada. También a Aboumrad. Le dije: "Estamos de paso, si entendéis que Vallina es vuestro hombre nos apartaremos". Me dijeron que el problema era que Vallina trabajaba de concejal.

–¿Cómo se solucionó?

–Yo mismo hablé con Caunedo y como es una conversación privada no diré nada. Luego ocurrió lo que ocurrió y nunca entendimos que, teniendo todo contrastado con la gente de Carso, Vallina votará en contra de nuestras cuentas en su nombre. Por eso dimitimos de forma inmediata.

–¿Por qué acabó mal su relación con Toni Fidalgo?

–Es un tema privado.

–¿En qué lugar de su carrera como directivo figura lo ocurrido con el Oviedo?

–Soy abonado del Oviedo, jugué en el Vetusta, iba al campo con 5 años y veía los partidos a los hombros de mi padre. El Oviedo es lo máximo.

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