Tras una exhibición de perseverancia, coraje y buen olfato para las contras, el Oviedo Femenino alcanzó los penaltis de la eliminatoria copera ante el Alavés, de la máxima categoría, en un choque con duende, el que tenía al Tartiere como testigo. Ya se había dado la cara cuando las lanzadoras se encaminaron hacia la meta del Fondo Norte. Fue allí, en la zona habitualmente de más ebullición del estadio, donde el sueño se esfumó. Jana, meta visitante, se hizo enorme para detener tres lanzamientos y darle el boleto al Alavés a la siguiente ronda. El cruel desenlace no resta un ápice de mérito al trabajo de las de Álex Rodríguez, que se dieron dos veces con el poste antes de los 90 minutos para cerrar su camino en la Copa de la Reina con la cabeza alta desde el césped del Tartiere.

Salieron muy bien plantadas las de Álex Rodríguez. El balón sería del Alavés, eso parecía claro, pero se dejaban las azules el derecho a la contra. Y siempre parecieron encontrar la mejor vía, especialmente cuando Isina, que se movió por todo el frente de ataque, se asoció con los dos flancos. Empezó el partido con dinamita, pues antes del minuto ya tuvo que intervenir Sara para despejar a córner un duro disparo de Gema. Tardó el Oviedo poco más de dos minutos en mostrar sus armas a la contra: al remate de Isina le faltó evitar el bloqueo de la defensa vitoriana.

El paso de los minutos sirvió para acentuar los papeles. El Alavés, colista en la máxima categoría, siempre trató de buscar superioridades en el medio, con la pelota como pretexto para buscar la meta azul. Pero la defensa carbayona se mantuvo firme. Daba la impresión de que las azules tenían más chispa, más picante en cada ataque al galope. Bermell gozó de una opción clarísima superada la media hora pero definió arriba un gran centro de Walsh, tras combinar en la derecha con Isina.

El premio, sin embargo, no llegaría a la contra, sino a balón parado. Isina la puso cerrada y la meta visitante, Jana, se relajó en el blocaje. Alejandra, atenta a los detalles, metió la rodilla para llevar el balón a la red. El guion parecía seguir las órdenes de las de Álex Rodríguez, que veían en el descanso la oportunidad de repasar las ideas y refrescar las piernas. Pero la desgracia se reunió justo antes del receso. Un córner que no pareció sirvió para una acción de estrategia en la que Miriam remató por dos ocasiones en el área azul, la segunda a la red.

Parecía que el segundo acto entraba por los mismos derroteros con los dos equipos dispuestos a correr. Sara definió al lateral de la red justo cuando el Oviedo empezaba a ceder metros. Quizás por una cuestión física, el Alavés se hizo con el mando, aunque el partido entró en letargo en cuanto a ocasiones. Los cambios agitaron de nuevo el choque en el tramo final.

El Oviedo, muy atrás la segunda parte, pegó dos zarpazos merecedores de premio. En el primero, un toue exquisito de Isina se fue al larguero tras puntear Jana. Era el minuto 85. Tres más tarde, y tras un gol anulado a las visitantes, fue Kimberlyn, recién ingresada, la que se estrelló en el larguero.

El partido se fue a la prórroga con la sensación de que habría muchos espacios. Fue el Oviedo el que mejor los supo explotar, pero ni Anina, ni Walsh, ni Isina, en una espectacular chilena, encontraron el premio.

Para las visitantes, que parecieron tener una marcha menos, todo se redujo a una acción de Chamorro, clara eso sí: la pelota se estrelló en el poste. Sara, meta azul, salió lesionada de su choque con Vallejo. Le suplió Solana.

A partir de ahí sí lo pasó mal el Oviedo, con el partido ya roto. Pero supo defender el empate y llevar todo a los penaltis, donde Jara se resarció del error en el gol de Alejandra para atajar tres lanzamientos: a Isina, Riquelme y Walsh y dar el pase al Alavés.