Ganar por pura inercia: el Oviedo, más cerca del play-off que del descenso

La semana de éxito del Oviedo llega tras dejar al Mirandés sin tirar a puerta y recibir del Tenerife 26 intentos, la marca más alta del curso

Borja, en el entrenamiento de ayer en Tartiere. | Real Oviedo

Borja, en el entrenamiento de ayer en Tartiere. | Real Oviedo / Nacho Azparren

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Ante el Mirandés, la labor defensiva fue tan pulcra, tan efectiva, que Quentin Braat regresó al vestuario sin manchar sus guantes. Cero tiros a puerta de los de Etxeberría, ocho intentos en general. En Tenerife, el guion fue muy diferente. A pesar de la heroica labor de Costas y Calvo, los chicharreros intentaron (disparos bloqueados incluidos) 26 tiros en total, aunque solo cuatro fueron entre los tres palos. En todo caso, los 26 tiros en el saldo más alto recibido por los azules en lo que va de campeonato.

Y en dos partidos con registros tan dispares, un punto en común: los tres puntos fueron a parar a la caseta azul. El Oviedo se ha acostumbrado a ganar. Ese es el principal mérito logrado por Cervera que, con su receta, ha logrado que el equipo deje de hacer cálculos para salir, primero, y distanciar, después, a los puestos de descenso y empiece a mirar, de reojo, a los seis primeros.

Con su triunfo ante el Tenerife en el choque adelantado de la jornada 18.ª por la celebración el fin de semana del centenario chicharrero, los azules se asientan con 23 puntos en la 14.ª plaza, justo por delante del Tenerife. Pase lo que pase el fin de semana, los de Cervera no cambiarán de posición esta jornada.

De forma provisional, el descenso se aleja ahora a siete puntos, mientras que el sexto puesto se acerca a solo cuatro. Hay que remontarse a la séptima jornada para ver al Oviedo más cerca del play-off que del desastre. Entonces, los de Bolo también eran los 14.º, a dos puntos del sexto y con cuatro de colchón sobre el Mirandés, el 19.º de la clasificación.

En una temporada que se fue complicando tanto, despido del entrenador y del director deportivo, con problemas clasificatorios evidentes, incluso se pasaron dos jornadas en puestos de descenso, empezar a fijarse en metas más ambiciosas es un soplo de aire fresco para el oviedismo, que observa que aún no se ha cruzado el Ecuador del campeonato y que hay margen para que pase cualquier cosa. Mientras tanto, Cervera mantiene su discurso comedido y afila la autocrítica. Más sencilla de hacer cuando el equipo gana. Defiende el técnico, así lo ha manifestado tras los dos últimos partidos, que los suyos tienen margen de crecimiento, que tienen que seguir acumulando armas porque no se trata solo de defender.

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