Jesús Martínez toma los mandos: esta es su agenda para su semana en Oviedo

El dueño del Oviedo, exigente: "Todavía no me gusta el equipo; los resultados sí, pero el techo va a ir subiendo"

Jesús Martínez y Martín Peláez, ayer en el aeropuerto de Asturias. | Mara Villamuza

Jesús Martínez y Martín Peláez, ayer en el aeropuerto de Asturias. | Mara Villamuza / Nacho Azparren

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Jesús Martínez aterriza en Oviedo con una idea fija. "Dadme trabajo", dicen desde el club azul que repite el jefe del Grupo Pachuca a sus hombres en el Real Oviedo. La segunda estancia del mexicano en Asturias se reduce a unos ocho días, en principio se perderá el derbi del día 17, pero la agenda estará llena en un plazo tan apretado. Llega, dice, con "ilusión" por ver cómo avanzan las cosas en Oviedo, la ciudad que ha acogido el proyecto más ambicioso de Pachuca, el de su desembarco en el fútbol europeo.

"He estado siguiendo la actualidad todos los días, los cambios, la evolución del equipo… Venimos a trabajar duro 8 días, junto a mi hermano (Armando Martínez), presidente del campeón mexicano, en Pachuca, para que me ayude a trabajar", comentó con una sonrisa abierta a su llegada, ayer sobrepasadas las cinco de la tarde, al aeropuerto de Asturias.

Martín Peláez, presidente del Oviedo, fue el primero en recibirle en suelo asturiano. Antes de subir a la furgoneta de la entidad que le llevaría a la capital asturiana, Martínez se paró junto a los periodistas para mostrar sus inquietudes de cara a su estancia en España. El mexicano lanzó flores a Cervera, pero mostró su vena más crítica y exigente, la misma que emplea desde su desembarco en la entidad el pasado verano. "El ‘profe’ Cervera está haciendo un papel extraordinario y los jugadores también se han comprometido. Todavía no me gusta el equipo, los resultados sí, pero el techo poco a poco va a ir subiendo. El ‘profe’ es un entrenador con experiencia y poco a poco el equipo agarrará confianza. Trabajar ganando siempre es más fácil que perdiendo, más en un proceso como el que asumió Cervera, que era tan difícil", resumió. Y culminó: "Estamos contentos por el compromiso y la profesionalidad de los muchachos y la labor de Cervera. Hemos hecho cambios importantes en el club".

Esta será la segunda estancia de Martínez en Oviedo, la primera fue en agosto. Desde entonces, el club ha sufrido cambios considerables. Ya no está Bolo en el banquillo, respecto a su primera visita. Le ha sustituido Cervera. Tampoco Tito, el encargado de montar la plantilla. El jefe es Suárez, ascendido por Martínez. También manda en el club un hombre de la confianza plena del dueño azul: Agustín Lleida, director general con mando en diferentes frentes. El club ha ido creciendo en su organigrama en los últimos meses y Martínez quiere comprobar de primera mano los avances. Hasta el consejo de administración nota la influencia mexicana, tras los nombramientos en la pasada junta de José Ramón Fernández, Gerardo Cabrera y Pedro Cedillo.

Martínez se trasladó desde el aeropuerto a su hotel en la capital asturiana, dispuesto a trabajar desde el primer momento. En su agenda, que aún tiene por definir algunos eventos, diversas reuniones con las instituciones gubernamentales. Además, el máximo responsable de Pachuca acudirá esta tarde al Tartiere para presencia el choque entre el Oviedo y Las Palmas y se desplazará previsiblemente a Eibar para el duelo del domingo en Ipurúa. El viernes, está previsto un desayuno informativo con los medios de comunicación que siguen habitualmente la información del Oviedo.

Visita con su hermano. Junto a Martínez, llegó desde México Armando Martínez, su hermano y otro de los hombres importantes en Pachuca. De hecho, es el presidente del Pachuca, actual campeón del torneo Apertura.