La llegada de Manu Vallejo, a punto: las claves de la operación entre el Oviedo y el extremo

La guinda para el ataque, el jugador desequilibrante que pedía Álvaro Cervera para darle un plus a la vanguardia, está cerca de llegar a Oviedo. Manu Vallejo (Chiclana, Cádiz, 1997) parece dispuesto a vestirse la camiseta azul por lo que queda de temporada y el Girona no pondrá trabas a su salida. El entorno del futbolista asegura que está encarrillada su llegada al club azul, que es el destino elegido por el futbolista, y en la entidad carbayona aguardan con optimismo moderado a que la operación se cierre en las próximas horas. Manu Vallejo llegaría como cedido al Oviedo hasta el 30 de junio, aunque el contrato incluiría una cláusula de compra obligatoria en el caso de ascenso a Primera División.

La llegada del andaluz supondría la culminación de la operación más trabajada en el actual mercado de invierno. Tras valorar diferentes opciones, el Oviedo se lanzó a la contratación de Vallejo, tal y como informó en exclusiva LA NUEVA ESPAÑA el pasado 18 de enero, movido por los buenos informes de la dirección deportiva y por la opinión de Cervera, uno de los que mejor conocen las virtudes del extremo.

Cervera bendice a Manu Vallejo y a Garcés: así están las negociaciones

Precisamente el técnico ha tenido un papel fundamental en la negociación. Fue él el que más insistió con el fichaje y el que persuadió a Vallejo, a quien había hecho debutar en el Cádiz, de que Oviedo sería un destino ideal para él.

Desde el primer día de interés, los azules no lo tuvieron sencillo para cerrar la operación. Primero, porque el futbolista prefería esperar por si recibía alguna propuesta de la máxima categoría. No llegó ninguna satisfactoria, pero el interés de los conjuntos de Segunda creció.

La competencia fue especialmente dura por parte del Zaragoza. Si el Oviedo tenía a Cervera como efecto motivador, los maños contaban con Juan Carlos Cordero, su director deportivo, que fue el primero que le hizo un contrato profesional a Vallejo cuando despuntó en el Cádiz.

El Girona siempre mantuvo la puerta abierta a su salida, ante el escaso protagonismo que el extremo había tenido con Míchel, y puso de su parte prometiendo abonar parte de su salario. La cuestión económica nunca fue un problema: tanto Zaragoza como Oviedo llegaban a las exigencias impuestas por el conjunto catalán, aunque los maños debían primero liberar alguna ficha para poder inscribirle.

Todo se reducía a una cuestión sentimental y los efectos de Cervera parecen haber pesado más. Se espera que la cesión se documente en los próximos días para que Vallejo pueda incorporarse a la disciplina azul cuanto antes y empezar a contar para el cántabro.

La llegada de Vallejo supondría un salto de calidad a la plantilla azul de cara a la segunda vuelta. Y un futbolista que encaja perfectamente en el molde de Cervera. A Juanfran y Sequeira se les considera complementos interesantes, con Raúl Moro hay confianza en su talento pero más dudas con su integración, pero, siempre en teoría, la llegada de Manu Vallejo es la llamada a lograr que el equipo dé un paso adelante en su vertiente ofensiva en la segunda vuelta de la competición.

Plantilla casi cerrada. El fichaje de Vallejo dejaría la plantilla perfilada para lo que resta de Liga. El club azul atendería a los últimos días al mercado para ver si surge alguna opción interesante, sobre todo la de un delantero que sea complementario a los que ya tiene Cervera a su disposición: Bastón, Enrich y Obeng. El deseado fue Borja Garcés, con el que hubo un acercamiento, pero Ramis, técnico del Tenerife, ha mantenido su fe en el futbolista y el domingo pasado le premió con la titularidad. Garcés cuajó una gran actuación e hizo el tanto de la victoria. Su rol ha sido reconsiderado en el club chicharrero que, aunque busca delanteros en el mercado, parece reacio ahora a cancelar el préstamo con el Atlético.

El mercado ofrece algunas alternativas, pero la competencia a la hora de fichar un delantero es enorme. Al menos media docena de conjuntos de Segunda buscan un atacante para completar sus plantillas. Solo si aparece una opción jugosa y que se ajuste a los márgenes económicos que maneja el Oviedo se iría a por un delantero en los últimos días de mercado.

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