La huella imborrable del Jabalí del Bierzo en forma de exposición: "En Oviedo me quieren muchísimo"

La Fundación Real Oviedo inaugura una muestra sobre la carrera de Marianín, Pichichi en 1973 | "No era fácil ser goleador en el Oviedo", dice el exdelantero azul

Nacho Azparren

Nacho Azparren

A Luis Pérez se le entrecorta la voz cuando se le pregunta por Mariano Arias Chamorro, Marianín, goleador infalible del Oviedo en los años 70. "Es por mi padre…", justifica la emoción del momento. "Íbamos juntos al campo, desde que yo era pequeño, y Marianín era su jugador favorito". Su padre, Noli, falleció en 2018, "el día de ‘Mossazo’", recuerda Luis, en referencia al doblete del que fuera lateral zurdo ante el Sporting. Luis, acompañado por su hijo Alonso, se fotografía con Marianín y lo ve como una misión cumplida. "A mi hijo le digo que era mucho mejor que Bastón, pero me da que no se lo cree", comenta.

Marianín es el destino de cada mirada, de cada abrazo cariñoso, de cada recordatorio de los presentes en la plaza de Trascorrales. Es ahí donde la Fundación Real Oviedo, bajo la dirección de José Mangas, historiador del club azul y miembro de su consejo de historia, ofrece desde este jueves y hasta el próximo 11 de este mes una exposición sobre la vida deportiva del Jabalí del Bierzo, un delantero de época que vivió su momento álgido como máximo goleador de Primera División en su primera temporada como futbolista del Oviedo.

"Aquel reconocimiento es un recuerdo muy bonito. Venía de Segunda y en primer año fue besar el santo", recuerda él. "No era tan sencillo quedar Pichichi en un club como el Oviedo. Si eras delantero de Madrid, Athletic o Barça sí era más sencillo", dice. O en algunos casos ni así. "¡Santillana nunca lo consiguió!", resalta.

Marianín fue Pichichi en el 73. Anotó 19 goles. La crisis económica del diario Marca, que organizaba el galardón, evitó que se entregara el trofeo hasta cinco años después, en el 78. Ahora, el trofeo descansa en la casa del berciano, pero luce durante estos días en la exposición de la Fundación del club por cortesía de su dueño.

El paso por el Oviedo es el que marcó su carrera. "Mi etapa más importante en el fútbol, sí", acepta. "En Oviedo me quieren muchísimo, lo noto cada vez que vengo. Es difícil olvidar los cinco años que pasé en Oviedo", completa. Se nota por el cariño que desprende en aficionados y excompañeros. Cerca de cien personas asisten a la inauguración de la exposición. Entre los presentes, los que compartieron vestuario con él: Vicente, Javier o Mendoza.

Y qué opina Mariano del fútbol actual. "Solo veo al Oviedo y al Barça, y a veces me ponen de una mala leche... Hay partidos en los que el portero toca más balones que el delantero. Ha cambiado mucho. ¿Y el VAR? Ya no se puede tocar a nadie porque te pitan falta. Tampoco se puede hablar con los árbitros, están muy protegidos", se queja.

¿Y su trofeo más especial? ¿El Pichichi quizás? "Pues no sé… Creo que mejor me quedo con los recuerdos", cierra Marianín.

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