Pachuca negocia construir la ciudad deportiva del Oviedo en Latores

El club azul estudia instalarse en una finca muy cercana a Tensi y tiene avanzado el acuerdo, pendiente del visto bueno de Jesús Martínez | El terreno ocupa más de diez hectáreas, se calcula que entrarían siete campos de fútbol y los directivos llevan en tratos desde enero

nuevaciudaddeportivaoviedo

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El Grupo Pachuca negocia construir una nueva ciudad deportiva para el Oviedo en una finca situada en Latores, parroquia rural de la capital asturiana, muy cerca de las instalaciones de Tensi, donde en estos momentos entrenan y compiten los equipos de la cantera del club azul a excepción del Vetusta. Pachuca considera básico para el futuro desarrollo del proyecto deportivo del Oviedo la puesta en marcha de un nuevo recinto que sirva para albergar a las categorías inferiores y que sea también el corazón del funcionamiento del primer equipo y del club.

Los anteriores dueños del club, el grupo Carso, intentaron en varias ocasiones la puesta en marcha de una nueva ciudad deportiva. Llegaron a plantearse varias opciones que no culminaron. Pachuca parece tenerlo más claro. Desde su desembarco en la ciudad buscan el lugar idóneo y llevan muy avanzadas las negociaciones para hacerse con una amplia porción de suelo, más de diez hectáreas, en Latores. Jesús Martínez, dueño del Oviedo, aterriza hoy en Asturias para acudir a los actos del Salón de la Fama; en su agenda aparece subrayada la idea de acelerar la operación. Siempre informado desde España de todos los detalles, suya será la decisión final.

El club lleva desde principios de año negociando con los propietarios de la finca y los planes son inmediatos porque al Oviedo le convence mucho la ubicación y las prestaciones de los terrenos. Ha habido varios encuentros y muy buena sintonía entre ambas partes, que están citadas para firmar un preacuerdo este mismo fin de semana. La finca tiene más de 10 hectáreas, como exigía Pachuca para «una ciudad deportiva del primer mundo» y se calcula que podría albergar siete campos de fútbol, además de oficinas y varios departamentos del club. En un futuro, si la entidad logra el crecimiento que pretende Pachuca, tendría incluso cabida una residencia para jugadores.

Al Oviedo le gusta mucho la opción de Latores por varios factores. Uno de ellos, esencial en todo esto, es su buena localización. El terreno está a dos minutos en coche de Tensi y a unos cinco del Carlos Tartiere. Los accesos son mucho mejores que los tan precarios de El Requexón. Y está situado muy cerca del campus universitario del Cristo, muy del agrado de Pachuca, que siempre tiene presente la formación en sus proyectos.

La idea del club, además, pasaría por trasladar al futuro complejo sus oficinas, de forma que la nueva ciudad deportiva sería el centro neurálgico del Oviedo, donde coincidirían todos los días dirigentes, cuerpo técnico y empleados de la entidad. Sería el búnker de los carbayones. En la actualidad, los directivos azules trabajan en los despachos del Tartiere y el cuerpo técnico lo hace en El Requexón. La idea es unificarlo todo. Pachuca tiene muy en cuenta a la afición azul en sus planes y en el «proyecto Latores» hay espacio para que la ciudad deportiva sea la casa del oviedismo.

Carso valoró varias opciones para mudarse de El Requexón, pero no dio el último paso

A los directivos del club parece convencerles esta opción, que está muy avanzada, a la espera de que Jesús Martínez dé luz verde. Los terrenos de Latores donde se ubicaría el complejo se dividen en dos, separados por un camino y un pequeño recinto en el que hay una edificación. En estos momentos, toda la finca es un gran «prao», donde a menudo pastan animales. Es llana en su inicio, aunque está algo inclinada en la parte final, donde delimita con varias viviendas unifamiliares. La construcción de una ciudad deportiva es la asignatura pendiente del Oviedo. Los diferentes dirigentes estudiaron varios terrenos y posibilidades. En los primeros años de Carso, por ejemplo, se valoró construirla en El Asturcón, algo que finalmente no germinó. Hubo más opciones que se estudiaron desde el ascenso, en 2015, pero nunca se dio el último paso.

Vista parcial de los terrenos en Latores por los que Pachuca negocia para la ciudad deportiva del Oviedo. | LNE

Vista parcial de los terrenos en Latores por los que Pachuca negocia para la ciudad deportiva del Oviedo. | LNE

Una que siempre estuvo sobre la mesa fue la de ampliar El Requexón. Incluso Pachuca estudió sobre el terreno la finca colindante a la actual ciudad deportiva, donde se ubica la antigua factoría de Cerámicas Guisasola, en desuso. Esa opción no convenció del todo por su complejidad, ya que los edificios son Patrimonio Histórico y deberían ser restaurados para su nuevo uso. El club azul también tuvo ofrecimientos para instalarse en Siero, en unos terrenos en Paredes pertenecientes al Ayuntamiento que se sitúan justo detrás del centro comercial. Carso estuvo cerca de culminar esa operación, que no prosperó, aunque Pachuca también la valoró. El grupo mexicano vio muchos más terrenos, pero se desecharon la mayoría por tener pocas hectáreas.

Retrocediendo a hace más de un año, con Carso al mando, el consejo azul negoció en Madrid por una finca situada en La Lloral (San Claudio), de unos 150.000 metros cuadrados y perteneciente a un fondo de inversión. La opción, que a última instancia dependía de Arturo Elías, máximo accionista por aquel entonces, tampoco prosperó, aunque fue la que más fuerza tuvo por el empeño de consejo. Ahora, la opción que más avanzada está es la de Latores. Depende de Jesús Martínez.

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