Contra la crisis, el Oviedo más "tocón" de Cervera: estos son los datos de pases en Leganés

La victoria que pone fin a la racha más preocupante llegó en el partido con más envíos realizados con el cántabro: 384 | El equipo tuvo la pausa que le faltó en otras citas y se hizo fuerte desde el centro del campo

Montoro despeja de cabeza un centro del Leganés. | Área 11

Montoro despeja de cabeza un centro del Leganés. | Área 11 / Nacho AzparrenN. Azparren

Nacho Azparren

Nacho Azparren

El momento de mayor confianza del Oviedo coincidió con el de mayor debilidad del Leganés. Mediado el segundo tiempo, los azules acumularon algunas posesiones largas, a las que sumó un par de córners. El momento de dominio culminó con otro centro de Lucas que Luismi prolongó con la cabeza a la red. El acierto del pivote dejó, al momento, la sensación de que era lo que necesitaba el partido para caer del lado azul. Fue un sentimiento generalizado: aficionados y jugadores sabían que lo más complicado estaba hecho, hasta los seguidores del Lega entendieron que allí se acababa el partido. El "cascazo" de Luismi fue la estocada de una tarde en la que el Oviedo fue, poco a poco, imponiendo su ley sobre el césped con una fórmula de sobra conocida, defensa y orden de la mano, y alguna arma que parecía olvidada: el pase.

Cervera habló en la sala de prensa de que el equipo había tenido más pausa, que no había estado tan atropellado con la pelota. Una reflexión en la que coincidía el vestuario. "Sabíamos que teníamos que dar un paso adelante con la pelota", resumió Luismi. No fue un cambio drástico. El Oviedo no mutó de la noche a la mañana a una versión del que se siente cómodo con la posesión, pero al menos se vieron mejoras.

En Butarque fue el partido en el que el Oviedo dio más pases desde que Cervera está al mando: 384. También fue la tarde en la que más envíos completó fuera de casa. Solo hay tres partidos con más pases azules, todos ellos en la etapa de Bolo en el banquillo y en el Tartiere: 546 en la derrota de la sexta jornada contra el Ibiza, 404 en el triunfo de la primera vuelta ante el Lega y 394 en el 1-3 que se llevó el Cartagena. Buscar tantos pases (para lo que suele mostrar el equipo) en una cita tan importante como la del sábado, con el descenso acechando, demuestra que la idea venía marcada desde la semana de trabajo en El Requexón. Que estaba premeditado.

Para el técnico, el paso adelante con la pelota tiene una parte de sustento en el planteamiento y otra en la elección de los nombres. La presencia de Borja Sánchez asegura más balones al pie, es un extremo al que le gusta apoyarse en sus compañeros. Fue el jugador azul que más envíos dio en el último tercio del campo. La inclusión de Ángel Montoro parece el gesto más claro desde el banquillo de que se quería cuidar la pelota: dio 46 pases, el que más entre los azules.

Y a esas dos novedades se le añadió la posición novedosa de Hugo Rama: en teoría como compañero de Bastón, pero en la práctica como otro centrocampista más. Luismi, encargado de la intendencia, entró menos en juego que sus compañeros de medular, pero mostró un acierto notable: el 92,6% de sus envíos fueron acertados.

La fórmula resultó exitosa en Leganés, pero queda por comprobar ahora si esta versión algo más lucida con el balón tiene continuidad o se queda en una experiencia aislada. Cervera ha dejado claro cada vez que tiene ocasión que quiere cimentar la salvación en la defensa y que no aspira a grandes evoluciones del equipo. "A veces, quieres hacer cuatro cosas nuevas y no las haces bien", suele resumir el técnico. Cuidar el esférico sí parece, sin embargo, una mejora a tener en cuenta.

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El triunfo en Butarque despertó la alegría instantánea en el vestuario del Oviedo. Más que euforia, fue un grito de alivio. "Nos hemos quitado un peso de encima", repetían los futbolistas azules después de su paso por la ducha, aún rumiando un triunfo en el que habían mostrado una de las versiones más serias de las últimas semanas. A la alegría por la victoria se unía el cansancio generalizado en un choque en el que el Oviedo había corrido mucho. Pero esta vez, la sonrisa de satisfacción delataba que había merecido la pena.

Allí por la zona mixta se dejó ver Martín Mantovani, el que fuera futbolista azul en la campaña 2012/13, la de la ampliación de capital, y que fichó después por el Leganés, donde se hizo leyenda: ascendió con los pepineros de Segunda B a Primera División. Mantovani, que vive en Madrid y participa en la Kings League de Piqué, mantuvo una animada charla con Juanfran Moreno.

Otro de los que se acercó a Butarque a ver el choque en directo fue el exoviedista Javi Cueto. El delantero salió cedido el pasado verano al Atlético de Madrid B con la idea de no regresar a la disciplina azul, ya que acaba contrato en junio. Cueto aprovechó la cercanía del encuentro para seguir en vivo la victoria de los de Cervera. Uno que disfrutó del triunfo con especial alegría fue Borja Bastón. El delantero mantiene su mala fortuna con el gol de los últimos tiempos, ya se han cumplido tres meses desde la última vez que celebró, en el derbi ante el Sporting, pero festejó el tanto de Luismi como si fuera propio. Además de la importancia de los tres puntos, el delantero tenía a sus padres en la grada, con los que departió junto al autobús antes de emprender regreso a Asturias en el bus oficial.

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