Los actos de celebración del 97.º cumpleaños del Oviedo se desarrollan desde este mediodía en las inmediaciones del Carlos Tartiere. Desde las 12 está en funcionamiento la carpa donde se darán cita los peñistas y seguidore azules. A la una y media, los representantes del club, con Martín Peláez a la cabeza, y de la APARO y Symmachiarii cubrieron el acto de bautismo de tres nuevas puertas de acceso al Tartiere.
La 6 será en honor a Falín, un centrocampista “con un pase excepcional”, tal y como lo definió Miguel Sanz, responsable del área social del Oviedo, que dirigió la ceremonia. La 11 será para su hermano, Emilín, el “rey de la rosca”, según Sanz, por esos centros envenenados desde la banda con efecto. La 34 será la de Marianín, delantero implacable que “parecía suspenderse en el aire cuando iba a rematar de cabeza”, expuso Miguel Sanz.
Los familiares de las tres figuras azules homenajeadas posaron delante de las puertas ante la ovación de los presentes.
Después llegó el turno de otro recordatorio, esta para Pelayo Novo, exjugador azul fallecido recientemente. Su esposa Itziar López y su padre Juan Novo, además de algunos amigos del exfutbolista fueron los encargados de plantar el árbol 97.º en el Bosque Oviedista, Además, se situó una placa sobre el césped que dice: “El fútbol es más que el resultado, ir al Tartiere para mí es algo irracional. Eterna sonrisa, Pelayo Novo”.
