Cervera, al descubierto: "El estilo no me importa, aquí solo vale ganar"

"Borja Sánchez es un gran jugador, no he sido capaz de sacar su mejor versión y seguramente no soy el entrenador que necesita; creo que su futuro no está en el Oviedo"

Álvaro Cervera (Malabo, Guinea Ecuatorial, 1965) coge asiento en El Requexón. Lo hace en chándal y en sandalias tras el entrenamiento. No evita ninguna pregunta en su primera entrevista tras renovar su contrato con el Oviedo. El Almirante, sin medias tintas.

–Queda un partido, no hay nada en juego, el miércoles tuvieron comida de despedida... ¿Están ya de vacaciones?

–De vacaciones no estamos, pero es cierto que no nos jugamos nada y hay muchos jugadores que acaban contrato y otros que ya saben que no seguirán. Manejar esto es más complicado que en otras situaciones. No nos jugamos nada, pero hay otros equipos que sí y por ser legales y competitivos tenemos que hacer el mejor papel posible.

–Tras el derbi y después de la victoria ante el Racing parecía contrariado, ¿por qué?

–En el derbi hicimos buena primera parte y en la segunda se vieron carencias. Además, estaba enfadado por el penalti. Ante el Racing no hicimos nada de lo que llevábamos haciendo, fue todo al revés, y eso un entrenador no lo entiende.

– "Con esto, que nadie piense que vamos a quedar cuartos". ¿A qué se refería con esa frase?

–Todo el mundo me dice que iríamos cuartos conmigo, pero esa no es la realidad de este equipo. Que nadie piense que vamos a seguir ganando partidos de cinco en cinco el año que viene. Por ahí iba.

–¿Le preocupa una exigencia alta desde el primer día por esta última racha?

–Sí, pero no sé si la palabra es preocupación. Me preocupa que la gente vaya a ver al Oviedo pensando que el año que viene todo será como estos últimos meses.

–¿El acuerdo para renovar fue difícil?

–Lo que yo pedía es algo habitual en España, pero la propiedad es de México y la forma de redactar los contratos es diferente. No todos estuvimos al 100% de acuerdo en todo, pero tampoco en desacuerdo.

–¿Qué le ha pedido el club?

–Que trabaje como hasta ahora, nada más. No me hablaron de objetivos.

–Y usted, ¿qué pidió?

–Lo mismo: tener buenas condiciones para trabajar y hacer un equipo más acorde a lo que creemos que es el fútbol. Sabemos que será difícil, sobre todo por los impedimentos económicos. La Segunda División es complicada, aunque no se puede estar siempre con la misma murga. Bajan tres equipos y te cuadriplican el presupuesto, por tanto, en total siempre hay ocho o siete que están por encima en lo económico. Si a ti te gusta un jugador, esos equipos están por delante. Eso es un hándicap, pero pelearemos.

–¿Qué le gustaría cambiar del día a día?

–Muchas cosas, pero no porque estén mal, sino porque estoy acostumbrado a trabajar de una manera. Me gusta una televisión, una pantalla táctica… Son pequeñas cosas que se pueden arreglar.

–Pachuca pregona fútbol ofensivo y usted suele hacer gala de lo contrario, ¿cómo será esa convivencia? ¿Habla mucho con Jesús Martínez?

–De fútbol no hablamos a menudo, pero por lo que oigo sé que le gusta el estilo ofensivo. Estamos en Segunda y los mejores jugadores están en Primera. Hacer aquí lo que quieres es más contraproducente que otra cosa, aunque se puede hacer. Si los resultados no son los que he tenido hubiesen buscado otro entrenador con otro perfil. Dicho esto, uno de los entrenadores que le gustan a Jesús es uno muy defensivo. Lo que cuenta son los resultados.

–¿Le molestaron aquellas palabras del dueño en febrero, hablando de las carencias ofensivas?

–No, no me molestó. Todo se puede mejorar, el juego, las plantillas, los jugadores… Pero todo, no solo el juego. No queramos que el coche corra a 200 con las mismas ruedas.

–El Oviedo empezó bien con usted, luego hubo una gran racha, otra mala, y después volvieron las victorias, ¿qué cambió?

–No cambió nada, cambió la perspectiva de fuera. Al filial Villarreal lo pudimos ganar, luego perdimos contra el Burgos... Empezamos a ganar partidos, pero no cambió tanto el juego.

–¿Por qué apostó por jugadores con un perfil más creativo, como Borja, Camarasa, Montoro o Koba?

–Si hubiese cambiado el estilo, nos iríamos a un 3-2, a un 4-1… No fue así. Entraron con jugadores con mejor pie, eso es verdad. Camarasa no entraba por el físico y Montoro algo parecido, no porque no quisiésemos meterlos. Cuando pudimos, busqué la manera de hacerlo sin traicionar mi estilo. Es importante tener la pelota, pero tanto o más robarla.

–¿Qué es jugar bien?

–Tirar y que no te tiren. Así de claro.

–¿Le gusta tanto como parece no tener el balón?

–Para que tengáis debate: en el baloncesto tienes 24 segundos para jugar, en balonmano pitan pasivo, en hockey no la puedes echar para atrás. El único deporte donde se venera la posesión es en el fútbol. El único. Que yo lo veo bien. Admiro a los que tienen el 90% de posesión y ganan, el problema es que esos a los demás nos sacan del fútbol. Pero hay un hándicap para ellos: muchas veces los ganamos. Al Barcelona de este año yo le he visto defender al borde del área y ganar. Y nadie ha dicho nada del estilo. El famoso Sevilla, lo ha cogido Mendilibar y lo puso arriba. El estilo no me importa, en el fútbol solo vale ganar o perder. Si ganas con un estilo bonito el aficionado está más agradecido, pero lo que quiere es ganar. Soy profesional y me pagan por estar lo más arriba posible. Así cobraré más; y mis jugadores, también. Mi forma de hacerlo es esta y puede gustar más o menos. Si no es aquí, será en otro lado. Siempre hay un equipo en apuros o un presidente que busca este tipo de juego. El caso más claro son los equipos que están para descender, que siempre se tiran a esos entrenadores. Pasé ese debate hace tiempo y no me molesta para nada.

–¿Le molesta cuando le tildan de defensivo?

–No me molesta porque lo digo yo.

–Tiene fama de no ser cercano con el jugador, de mantener la distancia, ¿por qué lo hace?

–Eso es porque voy cumpliendo años y la generación esta es muy de redes sociales. Siempre tuve relación muy cercana con los jugadores. Recibo mensajes y llamadas de jugadores que tuve en otros equipos. Ahora hay una brecha generacional.

–¿Qué Oviedo quiere el año que viene?

–Un equipo con las ideas muy claras, con la mayoría de jugadores de acuerdo con esa idea y que eso nos lleve a conseguir resultados. Esa es mi misión.

–¿Qué tiene que hacer un jugador para ser titular con usted?

–Ser buena gente, ser buen profesional e intentar hacer lo que el entrenador le pide, que normalmente no es operar a corazón abierto.

–¿A los jugadores les choca su estilo? Camarasa dijo que le sorprendió.

–Normalmente a los que vienen de otros equipos, por la forma de entrenar, quizá les choca. En otros equipos se entrena más tranquilo y táctico. Aquí son duros. Yo soy directo y hago hincapié en pocas cosas. Los que no están de acuerdo son válidos, pero prefiero tener a los que están de acuerdo. Los mejores jugadores están en Primera y nosotros estamos en Segunda. Hay cosas que no debemos hacer, aunque nos creamos que podemos.

–¿Cuántos fichajes creen que hacen falta?

–No lo puedo decir, no es un número. Hay posiciones que hay que apuntalar. La defensa está bien, en el centro del campo hace falta alguno y arriba velocidad. Pero hay jugadores que se quieren ir, otros que acaban…

–¿Enrich o Bastón? ¿O los dos?

–Los dos tienen el perfil que puede jugar en un equipo como los que yo utilizo. Cualquiera puede estar. El problema es que, bajo mi punto de vista, si juegan los dos nos cuesta un poco más por la velocidad. ¿Tendría a los dos cuando sabes que puede jugar uno y otro no? Eso es algo que tenemos que pensar y decidir.

–¿Camarasa va a seguir?

–Es una cuestión de él, de lo que él quiera. Hicimos una apuesta arriesgada y él aquí está bien, pero entiendo que tenga miras hacia arriba. Dicho esto: hay algo que no me gusta, y no lo digo por Camarasa. Lo que no haría nunca, y aquí ha pasado, es mirar una salida y si no me sale volver. En el Oviedo puede pasar y si me lo dicen, tragaré. Pero a Álvaro Cervera le cuesta, en el fútbol y en la vida. Creo que Camarasa estaría encantado de seguir, pero creo que cree que puede aspirar a algo superior.

–¿El Cervera futbolista sería Viti o Moro?

–Cervera no jugaría en un equipo de Cervera. Esa es mi sensación.

–¿Por qué?

–Veía el fútbol de otra manera.

–¿Cómo se explica?

–Con una historia. Una vez fui a una charla sobre la droga y había psicólogo, médico, fisio…No me importó lo que decían ellos, pero sí lo que decía el drogadicto. Habló de los males de la droga y como te afectan y es un poco eso, aunque exagerando la comparación, porque el asunto de la droga es más importante. Sé lo que es el fútbol cómodo, de entrenar a tu ritmo… Sé lo que pasa cuando coges un entrenador que cree en ti y te saca partido.

–¿Cuenta con Borja Sánchez para la próxima temporada?

–Borja Sánchez es un muy buen futbolista, pero creo que su futuro no está en el Oviedo. Creo que es público que tiene un contrato asociado a México. A partir de ahí, no puedo opinar. Es un gran futbolista que el año que viene no va a estar en el Oviedo.

–Tiene una cláusula de salida, pero también podría quedarse en el Oviedo. Si a usted le preguntasen, ¿qué diría?

–Sé por dónde va esa pregunta. Borja es un gran futbolista y tiene condiciones para serlo. No he sido capaz de sacar su mejor versión, seguramente no soy el entrenador que necesita.

–Alguna vez se le vio contrariado en ruedas de prensa con el asunto Borja, ¿por qué?

–Creo que las cosas van día a día. Hablar del pasado no me vale. Yo fui internacional, jugué en Primera… Siempre me hablaban del pasado, no del presente.

–¿Se le pasó el enfado con Koba?

–Es un caso parecido a Borja. Espero que el día de mañana encuentre un entrenador que le entienda y será un gran futbolista. No fui capaz de sacar su mejor versión.

–Quiere una plantilla corta, ¿va en sintonía con el club?

–Estamos condicionados por el límite salarial y el factor económico y todo va en función de eso. Si me preguntas, a mí me gustan las plantillas cortas. La convocatoria de 23 no me gusta. Cuando había de 16 las pedía de 18. Con 23 va convocado el que sabe que no va a jugar, el que ha llegado tarde, el que no entrenó bien…Y eso no me gusta.

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