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Cuando la voluntad del jugador no basta: el "caso Moro" como ejemplo en el Oviedo

El extremo ha manifestado que quiere seguir de azul, pero la ayuda por el descenso provoca que el Oviedo compita en desigualdad de condiciones

Raúl Moro, en El Requexón. | Real Oviedo

Raúl Moro, en El Requexón. | Real Oviedo

Xuan Fernández

Xuan Fernández

El "caso Moro" en el Oviedo es el perfecto ejemplo que demuestra que en el mercado muchas veces la voluntad del jugador no es suficiente y que, especialmente en Segunda División, muchos conjuntos juegan en clara desventaja. El equipo azul quiere que siga Raúl Moro, que tiene una oferta del Valladolid. Si el club carbayón no da por perdido al extremo del Lazio es por que el jugador ha repetido por activa y por pasiva que quiere seguir creciendo en el Oviedo. Adaptado al club y a la ciudad y con la confianza del entrenador, Moro ha trasladado al conjunto italiano propietario de sus derechos y también a sus agentes que su opción prioritaria es alargar su cesión en el Tartiere. ¿El inconveniente?

Que en este caso su voluntad no es decisiva y será el Lazio quien busque la mejor opción mirando al bolsillo. Ahí aparece el Valladolid, que no es el único equipo potente en lo económico que se ha interesado en el jugador. El conjunto de Ronaldo Nazario tiene la ayuda por el descenso, un límite salarial mucho más elevado que el carbayón y ha trasladado que estaría dispuesto a abonar buena parte de la ficha de Raúl Moro, de más de medio millón de euros. El curso pasado, era el Lazio el que soportaba el grueso del sueldo del extremo mientras este jugaba en el Oviedo. El equipo azul estaría dispuesto a hacer un esfuerzo por Moro, pero nunca podrá llegar a las cifras del Valladolid. Más aún por un jugador cedido, que se irá al acabar la temporada.

La situación duele especialmente por dos motivos. El primero, porque Moro ya había dado el "sí" a seguir como carbayón, a menudo lo más difícil en una negociación. El segundo, porque el Oviedo esperaba que Moro fuese uno de los líderes del ataque azul el curso que viene, teniendo en cuenta además su adaptación la temporada pasada. Además, las condiciones del atacante son exactamente las que pide Cervera para los hombres de banda.

Lo que está pasando con Moro recuerda en cierto modo al caso de Joni Montiel, que tuvo lugar hace justamente un año. El mediapunta quería seguir en el Oviedo, pero el Rayo decidió cederlo al Levante, en unas condiciones económicas más ventajosas para la entidad madrileña. Montiel, como previsiblemente va a suceder con Moro, no pudo continuar de azul. Se busca, pues, otro extremo.

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