Volver a donde se fue feliz: El Oviedo quiere seguir de dulce en Cádiz

El Oviedo quiere alargar su magnífica racha en el estadio en el que en mayo de 2015 regresó al fútbol profesional

Borja Valle, Linares, Bautista y Vila se tiran encima de David Fernández tras marcar este ante el Cádiz, en el choque del Carranza de 2015. | Miki López

Borja Valle, Linares, Bautista y Vila se tiran encima de David Fernández tras marcar este ante el Cádiz, en el choque del Carranza de 2015. | Miki López

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Oviedo

Aunque lleve el nombre de Nuevo Mirandilla sigue siendo el Carranza. Fue allí, camino ya de los 10 años (31 de mayo de 2015), donde el Oviedo experimentó la alegría más profunda en lo que va de siglo, que se dice pronto. Un cabezazo de David Fernández sirvió para tocar la gloria y devolver al Oviedo al lugar que como mínimo merece por su historial: la Segunda.

El camino tampoco ha sido sencillo desde entonces, pero al menos ha permitido al club azul navegar en la normalidad, olvidadas sus deudas amenazantes por el dinero de Carso y los beneficios del fútbol profesional. Pero lo que se consideraba una breve parada en el camino, la idea era regresar cuanto antes a Primera, va ya camino de la década con una única opción real, la del año pasado, tocar el ascenso más deseado.

Aquella tarde de finales de mayo, el conjunto de Egea se plantó en el Carranza con el 1-1 de la ida que le daba ventaja al conjunto cadista. A los andaluces les valía empatar sin goles. Pero durante toda la semana previa se respiraba un clima de calma tensa en El Requexón, conscientes los azules de que la presión podía atenazar a su rival por el ascenso.

Egea apostó aquella tarde por Esteban; David Fernández, Jonathan Vila, Dani Bautista; Generelo, Erice; Susaeta, Héctor Font, Borja Valle; y Linares. En el banquillo se quedaron: Magunazelaia, Redondo, Omgba, Dioni y Cervero.

El Oviedo jugó el choque que necesitaba para dominar en el campo. Con aplomo, tirando de experiencia, con un Generelo (gran sorpresa en el once) marcando los tiempos. Dominó a un Cádiz empequeñecido por la situación, a pesar del magnífico ambiente del Carranza. Desde que Esteban salió a calentar el primero con gestos de euforia se supo que los azules estaban más que cómodos con todo lo que estaba pasando.

El golpe definitivo llegó a los 51 minutos, una acción que ya es historia del oviedismo: centró Susaeta desde la esquina y remató implacable David Fernández. Basta un ejemplo, los tres primeros vídeos que aparecen en Youtube cuando se busca "gol de David Fernández" suman 129.000 reproducciones en la plataforma.

La acción, ese testarazo de David, fue rodada en el mismo estadio donde el Oviedo buscará hoy alargar su momento más dulce. Los azules quieren la octava semana sonriendo y el Nuevo Mirandilla, el Carranza, ofrece una bonita oportunidad.

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