Un fiel canterano y un medio que no vivió su mejor experiencia en Oviedo: la doble amenaza del ex desde Albacete

"Todos los valores que tengo son de la cantera del Oviedo". Con una sencilla frase, Ricardo Rodríguez, Riki, despachó lo que siente al enfrentarse al club, el Real Oviedo, que le formó como futbolista después de tantos años en El Requexón. Riki es una de las amenazas más evidentes de un alegre Albacete en el que los lazos con el conjunto azul no se detiene ahí. Con Toché a los mandos de la dirección deportiva (cuatro temporadas como delantero azul) y Diegui recuperándose de otra grave lesión, la nueva cuota oviedista recae en un desconocido para el gran público: Ale Meléndez.

El centrocampista de 25 años firmó este verano por el Albacete tras destacar el año pasado en el Ceuta, en Primera Federación. Sería su primera experiencia en el fútbol profesional tras formarse en el Betis y pasar después por Badalona, Vetusta, Linares y Mérida, antes de firmar con el Ceuta.

Meléndez jugó en el filial azul en el mercado invernal de 2021 en un año difícil, en lo individual y en los colectivo. El Vetusta acabó descendiendo a Tercera y Meléndez, aunque gozó de continuidad (16 partidos, 15 como titular) no mostró su mejor nivel e incluso tuvo problemas más allá de los terrenos de juego, con alguna multa del club. Tras los 1.176 minutos a sus espaldas en el Vetusta, su carrera sí empezó a despuntar. El centrocampista se aquel verano al Linares, en Primera Federación.

Pero su irrupción ha llegado ahora, con 25 años y mucho trabajo en un equipo algo irregular pero divertido de ver. El medio, ya centrado en lo deportivo, acumula ya 610 minutos en Segunda, tras haber participado en 9 encuentros ligueros, 7 de ellos como titular. Fue el propio Riki el que se encargó esta semana de alabar sus virtudes sobre el terreno de juego. "Lo conocía del filial del Oviedo, y creo que es muy móvil, eso me libera un poco, nos buscamos constantemente", explicó el carbayón.

La madurez de Riki

A Riki el choque le llega en una situación bien diferente, en plena madurez en la categoría y en el Belmonte. Encara su cuarta campaña como futbolista del Albacete como uno de los capitanes. Firmó el conjunto manchego en 2022, tras no gozar de mucho protagonismo en el Burgos y sí encontrarlo en el Albacete, entonces en Primera Federación. El ascenso a Segunda elevó su importancia y Riki pasó a ser un futbolista básico en el club manchego y uno de los grandes pivotes de Segunda División.

Es la quinta vez que Riki se enfrenta al Oviedo, con un saldo hasta la fecha de un triunfo (el que le costó el puesto a Bolo), un empate y dos derrotas (ambas la temporada pasada).

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