El bisturí del Oviedo: una lluvia de bolas de papel detiene quince minutos el derbi

Corría el minuto 39 cuando el Carlos Tartiere contuvo el aliento. No fue por un gol del Sporting, sino por un sobresalto que no entraba en ningún guion. Miguel Sesma Espinosa, colegiado del partido, ordenaba a los equipos retirarse a vestuarios por el reiterado lanzamiento de objetos de aficionados del Oviedo a jugadores del Sporting. 

El jovencísimo árbitro, de apenas 29 años, cumplió con un "protocolo de actuación sobre los incidentes de público" que consta de tres fases de actuación. La primera se cumplió en el minuto cinco, cuando los papeles azules y blancos que componían el mosaico acabaron hechos pelotas que volaban una y otra vez hacia los jugadores rojiblancos, siendo la víctima Guille Rosas en este caso. Sesma Espinosa se percató de la situación y ordenó al delegado local exhortar por megafonía a que cejase el lanzamiento de objetos.

Sin embargo, hubo quienes hicieron caso omiso de la advertencia y siguieron lloviendo sobre el Tartiere bolas y bolas y más bolas hasta que, en el minuto 39, Sesma Espinosa mandó a los jugadores a vestuario después de que la tormenta de papeles dificultase el lanzamiento de un córner por parte de Cote. Según fuentes de Protección Civil, también se arrojó una botella de cristal, aunque el acta arbitral no lo reseña. El parón duró casi un cuarto de hora, tras el cual la primera parte concluyó con seis minutos –con el correspondiente descuento– tan soporíferos como los treinta y nueve anteriores. 

Aunque, esta vez sí, la situación se recondujo y no fue preciso activar la tercera y definitiva fase: la suspensión del partido. Quizá ayudó a calmar las aguas la claridad del mensaje que reprodujeron los videomarcadores del Tartiere: "Si el lanzamiento de objetos persiste, el partido se suspenderá definitivamente". 

Ahora, la pregunta es qué sanción puede hacer frente el Oviedo. En el precedente más reciente, la interrupción del Atlético-Real Madrid en octubre por el lanzamiento de mecheros a Courtois, el Atleti fue sancionado con tres partidos con la grada desde la que se arrojaron los objetos cerrada y una multa de 45.000 euros, aunque, tras el recurso presentado al Comité de Apelación, el castigo se redujo a un encuentro de cierre parcial y 3.000 euros de sanción al club.

Un inspirado Hassan hace cumplir la "ley del ex"

La Mareona se había acordado de él en la previa, igual que la hinchada azul de Dubasin. El derbi particular entre Hassan y el Pingüino, uno goleador y otro asistente, acabó en tablas. El franco-egipcio se propuso animar el cotarro después de presenciar el primer tiempo desde el banquillo y, a los dos minutos de entrar al campo, puso el 1-0 con una definición con el interior y se pudo dar el gusto de mandar callar a su antigua afición. Que media hora después Dubasin propiciase el 1-1 de Gelabert no empaña una notable actuación de un Hassan que fue el oviedista más afilado.

El canterano Cardero, más ímpetu que fútbol

Era, en teoría, el escenario soñado para estrenarse como titular en el equipo de su vida. Pero a Álex Cardero, el único asturiano y al tiempo la principal novedad en la alineación de Calleja, le pudo el lógico exceso de ímpetu en un joven que lleva soñando toda su vida con vestir la camiseta azul en un derbi. Una amarilla por una entrada tan contundente como innecesaria a Guille Rosas en una zona inocua fue lo más destacable que dejó el encuentro del canterano, que fue sustituido en el descanso por el que acabaría siendo el hombre del partido, Hassan.

Malestar de la afición del Oviedo por las colas

Parte de la afición del Oviedo entró de malas pulgas al derbi. Cuando el grueso de los sportinguistas desplazados a la capital del Principado incursionaba en el Tartiere, hinchas azules se vieron retenidos por la Policía, a una hora del partido, como medida de seguridad para evitar el lanzamiento de objetos desde arriba a los seguidores rojiblancos. Una vez que los visitantes entraron al campo, los accesos se retomaron con normalidad, pero formándose grandes colas en las puertas del Carlos Tartiere.

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